Honduras, uno de los principales países expulsores de migrantes en Sudámérica (del llamado Triángulo Norte hacia Estados Unidos) se encuentra en el ojo del huracán por ser lo que se conoce como un narcoestado, donde las redes del tráfico de drogas en realidad determinan la gobernabilidad de una nación.

El presidente Juan Orlando Hernández está bajo la lupa de la comunidad internacional por sus supuestas relaciones con esas redes. Esto, a partir de la aprehensión y condena a cadena perpetua en EU de su hermano, Juan Antonio “Tony” Hernández.

El 30 de marzo de 2021, el juez Kevin Castell, quien representó al tribunal federal de Nueva York, dictó la sentencia de cadena perpetua para el exfuncionario público hondureño Juan Antonio Hernández por ser responsable del traspaso de más de 185 mil kilos de cocaína desde Honduras hasta Estados Unidos, en un lapso de 12 años. De la misma manera, se le culpa de aceptar sobornos de narcotraficantes de la talla de Joaquín “El Chapo” Guzmán, con el fin de asegurar el tráfico seguro de drogas a cambio de protección.

“Tony” fue detenido en 2018 en Miami y trasladado a Nueva York para iniciar su proceso judicial. Se le declaró culpable de todos los cargos. Su sentencia debía ser fijada en enero de 2020 más fue postergada en varias ocasiones; llegó en marzo de 2021.

Tras el arresto y condena de su hermano, el presidente Juan Orlando se encuentra bajo investigación… después de que las declaraciones del narcotraficante hondureño Geovanny Fuentes Ramírez, quien dijo que pudo realizar grandes traslados de cocaína, pues sobornaba a los hermanos Hernández. Declaró que JOH le dio instrucciones de reportarse directamente con Juan Antonio, quien era miembro del Congreso Nacional de Honduras en ese entonces.

Además, el narcotraficante mencionó que el Presidente se asoció con él para instalar un laboratorio de cocaína.
Los días que vienen sin duda serán determinantes para Honduras y el Presidente 36 de la nación desde 2014.

LEG