La brutal descalificación del árbitro electoral que hace el partido Morena, con llamados incluso a exterminar al Instituto Nacional Electoral, son apenas las primeras señales de la radicalización de la 4T ante las elecciones que vienen.

Las próximas ocho semanas serán las más tensas, exhibicionistas y radicales de todo el tiempo que lleva esta administración en funciones.

El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador llegará a la mitad del plazo que marca la Constitución con la aplicación al pie de la letra del guion que él mismo escribió, pero sin buenos resultados. Al contrario, el cúmulo de consecuencias negativas de las decisiones de Gobierno puede hacer que pierda seguidores, por más que muchos de ellos le sigan por cuestiones emocionales antes que racionales.

Por ello, las ocho semanas que quedan antes de que se defina la composición de la cámara de Diputados y de 15 gubernaturas, entre otros muchos puestos de elección popular, serán determinantes para distraer, radicalizar y recuperar a los electores desencantados.

Se ha vuelto casi un dato clandestino, que ya no aparece en muchos medios, el que publica la Universidad Johns Hopkins que deja ver claramente que México es el tercer lugar mundial en muertes por Covid-19. Pocos se enteran del estudio del Instituto Global de Ciencias de la Salud de la Universidad de California en San Francisco que asegura que en México se pudieron haber evitado 190 mil muertes por SARS-CoV-2 si las autoridades hubieran cumplido con su función de rectoría y cumplimiento de su responsabilidad.

Y si no hay transparencia con ese tema tan sensible de la salud, menos lo hay con la crisis económica, empeorada por las malas decisiones en el confinamiento por la pandemia, y en el desborde de la inseguridad en México.

En lugar de eso, un montaje de los montajes. Ponerse históricos en las mañaneras para ahondar en esa división y rencor sociales que pueden salirse de cauce en cualquier momento.

En otra pista, no importa si al exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, lo extraditaron el verano pasado. Este es el momento para las órdenes de aprehensión y no descarte por ahí otro video.

No hay duda de que la nueva temporada de señalamientos a presuntos casos de corrupción del pasado verá su estreno en estas semanas previas a las elecciones. Como sea, esa del combate a los corruptos del pasado es una de las pocas líneas discursivas que mantiene viva entre sus seguidores la 4T.

Para no hablar de salud, seguridad o economía, esta semana tocan los libros de texto gratuitos y sus nuevos contenidos cambiados a modo y sin consenso por este Gobierno.

Es tan importante la aduana electoral para la 4T que, en previsión de no poder mantener una mayoría en la cámara de diputados, adelantó las contrarreformas eléctrica y petrolera, no con la expectativa de obtener una mayoría absoluta para un cambio constitucional, pero sí con la expectativa de que el poder judicial finalmente se alinee sin cortapisas con la 4T.

Serán pues, ocho semanas intensas en las que mucho está en juego, para ese régimen, pero también para la estabilidad futura del país.

 

                                                                                                                                              @campossuarez