El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, convocó a su embajador en Cuba para que dé explicaciones sobre una carta al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidiéndole levantar el embargo impuesto a la isla.

“Hemos pedido al embajador que venga a Bruselas para dar explicaciones al Alto Representante”, indicó este sábado a la AFP un vocero de la diplomacia europea.

El representante de la UE en la isla comunista, el español Alberto Navarro, debe explicar por qué tomó la iniciativa de firmar dicha carta y cuáles fueron sus motivos, explicó.

La decisión de Borrell viene después que un grupo de 16 eurodiputados de centro y de derecha, en su mayoría españoles, le pidieran la destitución del jefe de la delegación europea en Cuba desde 2017 por un “acto grave”.
“Consideramos que el embajador es indigno del cargo que ocupa (…) y le pedimos que lo sustituya inmediatamente”, le pidieron el 24 de febrero en una carta, publicada por el portal web Politico.
Para los parlamentarios, entre ellos Leopoldo López –padre del opositor venezolano homónimo–, Navarro “adopta posiciones políticas acordes con un régimen que no respeta ni defiende los derechos humanos ni la pluralidad democrática”.

Tras dos décadas de la llamada Posición Común, más estricta en materia de derechos humanos, la UE confirmó su cambio de política hacia la isla con la firma, en 2016, de un acuerdo con Cuba, en pleno acercamiento de La Habana y el Estados Unidos de Barack Obama.

Cuba, que está bajo un embargo estadounidense desde 1962, sufrió no obstante durante el gobierno de su sucesor, Donald Trump, una cascada de sanciones económicas orientadas a perjudicar la economía de la isla.

El actual gobierno del demócrata Joe Biden aseguró poco después de tomar el poder que revisará las políticas impuestas por Trump en relación a Cuba, aunque por el momento no ha tomado ninguna decisión.

En la UE, la Eurocámara, que ha concedido hasta en tres ocasiones el premio Sájarov de derechos humanos a disidentes cubanos, suele adoptar una posición más ofensiva contra el régimen cubano.
Pero la diplomacia europea, que con Borrell al frente elevó el tono sobre derechos humanos, sigue un enfoque más pragmático para lograr cambios, basado en el diálogo y en facilitar las inversiones de empresas del bloque en la isla.

A mediados de enero, Borrell y el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, mantuvieron una reunión telemática en la que discutieron sobre la futura cooperación y el impacto de las sanciones económicas estadounidenses.

PAL

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