Es increíble la polémica que se ha dado alrededor de Fátima Molina, protagonista de la telenovela Te acuerdas de mí, donde su galán es Gabriel Soto. A muchos les parece que su belleza no alcanza para estar al frente de un proyecto, sin importar el talento que tiene y que además lo ha demostrado con trabajo a lo largo de los años desde que salió de La Academia; sin duda ha brillado de manera notable en diversas series y películas.

Entonces vivimos en un país donde luchamos por dejar a un lado la discriminación y se está señalando a una mujer por no pertenecer a los estándares de belleza que se supone tienen las protagonistas de telenovela.

Muy triste que Fátima que está dando el 100% a su personaje y tenga que escribir un comunicado diciendo que es una pena que la juzguen por la bolsas debajo de los ojos, por su lunar y por su aspecto ‘muy mexicano’, pues quienes la señalan buscan adjetivos para descalificarla y no han observado su desempeño. Aún vivimos en una sociedad confundida: que un día reza y otro ofende; en otras ocasiones defienden a las mujeres a capa y espada y al minuto siguiente las atacan.

Por eso movimientos como el #MeToo no prosperan en México, porque existe la doble moral y a la mera hora algunos se dejan llevar por los prejuicios y estereotipos. Da pena saber que dependiendo del aspecto físico que tienen las personas se abren las oportunidades o se cierran las puertas.

Martha Cristiana se une a la denuncia de abuso sexual que hizo a través de un video la bailarina Itzel Schnaas, quien acusó a Andrés Roemer de intentar besarla y tocarla mientras él se masturbaba y al final le dio dinero para que en su próxima reunión se comprara una falda y la llevara puesta.

Hasta este momento son ocho las mujeres que denuncian a Andrés de acoso, el periodista niega los hechos rotundamente y subió a sus redes una conversación que sostuvo con Itzel, donde al parecer ella lo defiende de dos personas que buscan desprestigiarlo por abuso sexual, pero días después de la plática que sostuvieron, decidió dar testimonio de lo que vivió.

En las ocho denuncias, las mujeres revelan que las engañó ofreciéndoles oportunidades de trabajo, a todas las citaba en su casa y así iniciaba el acoso. Quienes alzaron la voz son: Itzel Schnaas, Martha Cristiana y Talia Margulis. Talia cuenta que hace 10 años la citó en su casa en la colonia Roma y entonces iniciaron las insinuaciones y comentarios inapropiados. También Montserrat Ortíz (periodista de Reporte Indigo) reveló el mismo modus operandi. Total la moneda está en el aire y veamos qué sucede, siempre se busca la justicia, pero a veces si no se ejercen acciones concretas los depredadores siguen haciendo daño. Se ha dado un paso hacia adelante, pues por lo menos ya no se guarda silencio y se hace evidente los abusos de poder y sometimiento que ejercen algunos hombres en contra de las damas.

Hay más…, pero hasta ahí les cuento.

 

                                                                                                                                 @anamaalvarado