José Ureña

Al Gobierno y a su partido no le van bien las cosas.

No como quisiera.

Ya la oposición huele sangre y se encuentra entusiasmada.

Ve la oportunidad de ganar en base a muchos elementos.

El primero proviene del propio Morena, en problemas porque está obligado a postular a los candidatos de Andrés Manuel López Obrador.

Eso tiene entrampado a San Luis Potosí, donde el tabasqueño y el gerente de su organización, Mario Delgado, no saben cómo resolver un viejo compromiso.

Ofrecieron la candidatura a gobernador a Ricardo Gallardo y así lo hicieron renunciar a la coordinación de los diputados del PRD.

-Vas en alianza con el Verde -franquicia estatal de Gallardo, le dijeron.

Les fue útil para las reformas en la Cámara y hoy no saben recompensarlo.

La base morenista se sublevó y hoy tienen un grave problema con consecuencias graves porque también rechazan la imposición de la ex priista Mónica Rangel.

Pero San Luis Potosí es solamente un caso.

LA DEUDA CON GALLARDO

En otros estados también hay conflictos.

Sabemos de Guerrero, donde las feministas van contra el violador -dicen ellas- Félix Salgado Macedonio y eso desprestigia a Andrés Manuel López Obrador, a Morena, al Gobierno y al propio abanderado.

Pero es un compromiso desde 1999, como hemos narrado aquí, cuando como presidente perredista López Obrador le escrituró el estado.

Amén de la oposición externa, se encuentra activo el grupo de Amílcar Sandoval, cuya oposición a Salgado Macedonio puede marcar la suerte de la hermana Irma Eréndira Sandoval en la SFP.

Colima está peor: no prende la ex superdelegada lópezobradorista Indira Vizcaíno ni porque el Presidente le desbrozó el camino al mandar a Mario Delgado a Morena.

Ni en Nuevo León, donde el mismísimo López Obrador contrató a la ex priista Clara Luz Flores y retuvo en la Ciudad de México a su principal contendiente, Tatiana Clouthier.

Pero además de esos conflictos, la alianza priista-panista-perredista ve otro aspecto sustantivo:

La pelea será con candidatos de tierra y ahí tienen ventaja para contener la maquinaria lopezobradorista y el control de la Cámara.

Si están en lo cierto, poco afectaría la lista de candidatos eternos de PRI, PAN y PRD, la inmensa mayoría desprestigiados para estar en San Lázaro.

LA NUEVA CONSTITUCIÓN

1.- No hay, dicen desde el Gobierno, el plan de una nueva Constitución.

Aquí lo ratificamos:

Está en proyecto, pero la intención es esperar el momento oportuno y sustituir la de 1917 con sus malos y peores remiendos.

2.- Si arriba hablamos de campaña en tierra, es interesante conocer a los mejores alcaldes para saber si serán base para sus partidos.

Según Massive Caller, al frente está el panista José Antonio Nader, de Tampico, y más adelante la priista Cristina Díaz, de Guadalupe, Nuevo León.

Entre los diez primeros lugares se encuentran siete panistas y sin duda eso contará en las próximas elecciones.

3.- Él tendrá sus razones, pero Armando Ríos Píter ha asumido el reto de armar una lista de candidatos nuevos, sin desprestigio y con base.

El Jaguar ya es presidente de Fuerza por México en la Ciudad de México y, lo más importante, trae cuadros jóvenes, ex activistas de Morena y de otros partidos.

Su discurso: “Nosotros sí de verdad no somos más de lo mismo”.

¿A quién se referirán?

LEG

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