Otro caso es el de un joven procedente del estado de Hidalgo, quien al no cumplir con los nuevos requerimientos, decidió reprogramar su vuelo, aunque en su caso la aerolínea accedió a hacerlo sin costo extra
Foto: Cuartoscuro Otro caso es el de un joven procedente del estado de Hidalgo, quien al no cumplir con los nuevos requerimientos, decidió reprogramar su vuelo, aunque en su caso la aerolínea accedió a hacerlo sin costo extra  

 

Pese a la instalación de módulos para realizar pruebas Covid en Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), el caos persiste entre viajeros que se dirigen a Estados Unidos debido a los nuevos lineamientos que incluyen la presentación de un resultado negativo al SARS-CoV-2.

“Perdí mi vuelo”, expresó a 24 HORAS Daisy Velázquez, residente de Nueva York, quien si bien contaba con una prueba validada por un médico, al querer tomar su vuelo no se la hicieron válida.

Por ello, contó, tuvo que reprogramar su regreso, lo que los obligó –a ella y su familia– no sólo a gastar en la prueba, sino también en un hotel, situación que no tenía prevista en su presupuesto.

Añadió que hace unos meses su familia y ella dieron positivo al Covid-19, por lo que para evitar cualquier complicación, pidió al médico expedir un certificado donde la acreditara como negativa al virus; sin embargo, este no cumplía con las características que solicitaban para el vuelo.

Por otra parte, Aram Valenzuela, de Hidalgo, dijo que al enterarse de que no cumplía con los nuevos requerimientos, decidió reprogramar su vuelo. Además, aprovechó para hacerse la prueba en uno de los tres módulos instalados en el perímetro de la Terminal 1.

Sin embargo, en el aeropuerto no existe señalamiento alguno que informe de la ubicación de los módulos, lo que abona al descontrol de los viajeros.

Este diario realizó un recorrido donde se observó una considerable afluencia de viajeros, quienes llevan equipaje y cubrebocas; asimismo, se aprecian pequeños grupos conversando o esperando algún transporte.

Sin embargo, para llegar a alguno de los tres módulos se debe cruzar el puente que lleva al Hotel Camino Real, luego cruzar una cámara sanitizante y descender algunos escalones para dar con el módulo, ahí, ocho personas esperan con semblante de enfado a realizarse la prueba.

Crhistian Sosa, gerente de operaciones de Travelers, indicó a este diario que del jueves pasado al miércoles 27 de enero, atendieron un total de 650 viajeros.

Ese módulo tiene capacidad para realizar mil 500 pruebas diarias, aunque al día atienden un promedio de 100 personas.

 

MGL