Por Karina Aguilar

La vacunación contra Covid-19 será para todos, y por obvias razones la prioridad son los trabajadores de la salud, sin embargo, las autoridades han excluido a las minorías que todos los días combaten y auxilian a personas la esta enfermedad.

En el esquema de vacunación que está en vigor, sólo se tienen contemplados a los trabajadores de las instituciones públicas de Salud, como el IMSS, ISSSTE, Pemex, Sedena y Marina. Pero dónde quedan los trabajadores del sector privado.

Tampoco contemplaron a los cuidadores de las casas de retiro o casas de cuidados de pacientes terminales, o a los dentistas.

Se les olvidó, también, incluir a los médicos generales, esos que atienden en el consultorio de la colonia, que durante toda la pandemia han diagnosticado centenas de contagios Covid.

Pero el colmo, fue que no contemplaran en la primera etapa de vacunación a los paramédicos de la Cruz Roja Mexicana, los mismos que atienden más de 70 pacientes con Covid todos los días y, ya sea que lo estabilicen en el domicilio o que lo trasladen a un hospital, el riesgo de un contagio existe a cada minuto.

Se calcula -porque las autoridades no han dado cifra exacta- que todo el personal de salud alcanza el millón y medio de personas, para lo cual se requieren 3 millones de dosis de la vacuna Pfizer y se espera que para finales de enero México reciba un total de 1.4 millones; es decir, las cuentas no cuadran si la meta es terminar de inmunizar a todo el personal de salud al 31 de enero e iniciar la vacunación a adultos mayores.

El tema de las vacunas sí es de recursos y por más que prometen que llegarán, lo cierto es que México tiene un contrato muy pobre con Pfizer, que es la única que está surtiendo al país, y las dosis llegarán a cuenta gotas.

La otra vacuna que también tendrá México y ya fue aprobada para su uso de emergencia, es la de AstraZéneca, que será traída a través de la Fundación Slim; pero para que se haga realidad hay que esperar hasta marzo.

Así es que no hay que echar campanas al vuelo y, menos aún, presumir lo que no se tiene, pues la vacunación depende de la existencia del producto y, hasta hoy, sólo han llegado 547 mil dosis para un país con 120 millones de habitantes.

Y en Pregunta Sin Ofensa:

Ahora resulta que cuando López Obrador era oposición, sí podía exigir al presidente de la República alejarse de los procesos electorales y abstenerse de hacer propaganda; pero como ya es presidente, esta propaganda que tanto combatió, se transforma en información ¿Será que ya se le olvidó, el cállate chachalaca?

 

DAMG