El Gobierno ha logrado imponer en el debate público la discusión sobre si el INE pretende “censurar’’ al Presidente, por encima de otros temas que deberían preocuparnos más.

El combate a la pandemia evidencia más su insuficiencia o su fracaso; la recuperación económica que se ve a años luz, la recuperación de los empleos, los incentivos para la inversión privada.

¿Qué está haciendo el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador para apresurar la recuperación económica si en el sector energético, en el que más crece en el mundo, en México no sólo no se estimula sino se combate?

¿Dónde está la inversión en el campo que según el Presidente, a estas alturas del sexenio ya nos habría hecho autosuficientes en la producción alimentaria?

¿Dónde está detonando el desarrollo del país? ¿En qué sector que no sea el de la clientela política? ¿Dónde se están aplicando las inversiones millonarias anunciadas en noviembre junto al sector privado?

¿Alguien ha transitado por una nueva autopista? ¿Atendido en un nuevo hospital aunque no tenga servicio nórdico? ¿Alguien sabe de nuevas escuelas en construcción?

Incrementar el presupuesto para las ayudas mensuales de Jóvenes Construyendo el Futuro -¿alguien sabe qué están construyendo, si el programa ya generó los empleos prometidos?- no es inversión, es gasto.

La pandemia está fuera de control.

Ayer se registraron 15 mil 873 nuevos contagios y mil 235 decesos.

En la capital del país, la suspensión temporal del servicio que presta el Metro a más de 8 millones de usuarios diarios se ha convertido en caldo de cultivo para la pandemia.

El Gobierno de Claudia Sheinbaum no ha sabido enfrentar el problema del Metro.

No hay camiones suficientes para movilizar a todos los usuarios del Metro y las concentraciones de personas que luchan por un lugar en una camioneta o camión de la policía que los acerque a su destino, sin ningún tipo de precaución, permite prever un largo invierno para la ciudad y su pandemia.

Pero seguimos discutiendo si el Presidente tiene o no la obligación de cumplir la ley.

Por eso estamos como estamos.

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A propósito de la vacunación a los maestros, que desde luego deben de figurar en los primeros lugares por el importante papel que desempeñan en la sociedad, vale la pena preguntar si también van incluidos en el paquete los profesores de las escuelas particulares, desde preescolar hasta universitario.

Ni modo que las autoridades de Salud no contemplen la importancia que dicha modalidad de servicio tiene en nuestra sociedad.

Igualmente ocurre para los médicos particulares.

Sabemos que un gran porcentaje de médicos que ejercen en el sector público también tienen sus consultorios privados, pero los que sólo trabajan en el sector privado también están al frente de la batalla contra el Covid-19.

¿De casualidad estarán contemplados?

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Han transcurrido ya varios meses desde que la ex secretaria de Desarrollo Urbano, Rosario Robles, solicitó allegarse al beneficio de testigo colaborador y aún no sabemos si fue aceptada o no.

Mejor conocido como “criterio de oportunidad’’, este beneficio ha sido invocado por el célebre Emilio Lozoya Austin, en el caso de los supuestos sobornos entregados a varios legisladores de oposición para aprobar la reforma energética de Peña Nieto, y por Emilio Zebadúa, oficial mayor de la Sedesol y la Sedatu cuando Robles fue la titular.

Robles decidió acogerse al beneficio de ley, pero quizá lo hizo tarde pues lo que pudo haber aportado como pruebas en contra de sus superiores, parece que la Fiscalía General ya las tiene.

LEG