Para entender esa especie de escudo de seguridad nacional que comienza a diseñar el Gobierno del presidente López Obrador habrá que considerar, entre otras variables, una que ya dejo un mensaje a Palacio Nacional: el nuevo secretario de Defensa del gabinete de Joseph Biden es un general recién retirado y forjado en las batallas de contrainsurgencia en la zona caliente de Irak y Afganistán.

Y una de las primeras declaraciones del general Lloyd Austin fue señalar el interés de la Casa Blanca por incorporar de manera formal a México y a su sector militar, sobre todo a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que fue minimizada por el Gobierno de Trump y que se presenta hoy como el pivote de Biden para reconstruir el poderío militar de EU en el mundo.

México se había aislado de las agrupaciones militares y bastante tarde ingresó a la Conferencia de Ejércitos Americanos que coordina a los jefes militares de toda América Latina, algunos de cuyos ejércitos forman parte de las estructuras de Gobierno militarizadas.

La militarización del Pentágono debe ser vista con preocupación, porque los civiles como secretarios de Defensa imponían un equilibrio estratégico político a las decisiones castrenses estadounidenses de invadir y atacar. Biden, al parecer, tomó la decisión porque los cuatro años de Donald Trump sacaron la amenaza militar de la geopolítica de la Casa Blanca, lo que llevó a casi quinientos exfuncionarios del área civil, militar y privada de inteligencia, defensa y seguridad nacional a pedir el voto por Biden, bajo el argumento de que el repliegue de Trump que contribuyó a bajar las tensiones bélicas había logrado que el mundo dejara de temer a Washington.

El nuevo general secretario de Defensa de la Casa Blanca es un indicio de la militarización del Gobierno de Biden.

 

Zona Zero

  • Guanajuato está fuera de control de seguridad local y la federal no tiene más instrumentos que la guardia nacional. El Gobierno estatal panista de la entidad ha sido rebasado por el crimen organizado, la guerra entre cárteles y el activismo criminal del Cártel Jalisco Nueva Generación contra lo que queda del Cártel del Marro. Las Policías locales no tienen capacitación ni armamento. En este sentido, Guanajuato es un caso de crisis de la seguridad interior.

 

(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.

 

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