@guerrerochipres

El espacio logrado para México en el Consejo de Seguridad de la ONU es un acierto clarísimo en el contexto de la reconfiguración de protagonismos y prioridades globales detonadas por la pandemia.

Nuestro embajador ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente, presentará una agenda que parecía inimaginable en sexenios anteriores. Combate al tráfico ilícito de armas, perspectiva de género, protección a migrantes, a civiles y personas vulnerables en situación de conflictos, paz y seguridad, entre otros, son parte de un esfuerzo conjunto con las naciones permanentes y no permanentes en dicho Consejo.

La ruta de la pacificación en México, estrategia opuesta a la guerra declarada por gobiernos anteriores, ha sido delineada recientemente por la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez. Es claro que potenciará su viabilidad con mecanismos específicos y estrictos para controlar el tráfico ilícito de armas.

Esta regulación debe incluir armas de gran tamaño, pero con énfasis en las pequeñas y ligeras que constituyen un tráfico entre naciones que vulnera la seguridad regional y nacional al llegar a grupos delictivos.

En el pasado reciente, México comprometió de manera inverosímil su seguridad al participar con Estados Unidos en el operativo Rápido y Furioso. Internalizamos la asimetría de capacidades de securitización a favor de Estados Unidos sin capacidades institucionales para el control interno ni beneficio específico alguno.

Hoy el Gobierno mexicano está ubicado en otro extremo de la política exterior, pugna por un control global del tráfico ilícito de armas, desde el seno de la ONU.

El embajador De la Fuente sabe que el tema cruza la estrategia nacional y permitiría avanzar en la pacificación interior.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha insistido en frenar el tráfico de armas y ha tenido el tema en sus prioridades de política instrumentadas desde la Secretaría de Relaciones Exteriores. Se abre además otra ventana de oportunidad con el arribo de un nuevo Gobierno en Estados Unidos.

Otro de los temas que tienen una repercusión positiva en la agenda planteada por México es el impulso de una agenda de género, una de las prioridades que requiere atención en nuestro país.

Previamente, México ganó una posición en el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (Cedaw, por sus siglas en inglés) para el periodo 2021-2024, con Leticia Bonifaz Alfonzo. Los logros a nivel internacional se acumulan en este inicio de un año que será complejo y muy interesante para observadores y participantes.