El reacomodo en la Secretaría de Relaciones Exteriores y la incorporación activa de la nueva secretaria federal de Seguridad y Protección Ciudadana fueron dos mensajes enviados por el aparato de estrategia de Palacio Nacional para encarar las presiones de la DEA y de la comunidad de los servicios de inteligencia de EU que quiere seguir viendo a México como patio trasero.

1.- La cancillería fue la encargada de elaborar la carta para presionar a EU sobre el caso del general Cienfuegos y la responsable de arrinconar a la DEA. Y luego se dieron cambios estratégicos: salió el subsecretario comercial Jesús Seade y el área de América del Norte quedó bajo la responsabilidad directa del canciller Ebrard.

2.- Rodrigo Garza García, funcionario en la jefatura de oficina del canciller, publicó en Milenio un texto con mucho fondo: “El Libro Blanco para articular la política exterior con la defensa nacional”. Ello implicaría que México entrará a la lógica de la geopolítica y la seguridad nacional estratégica en exterior, definiendo sus “intereses nacionales”. Sería otra incomodidad para el enfoque imperial de la Casa Blanca.

3.- La designación de Carmen Moreno Toscano como subsecretaria de Relaciones implica al equipo de negociación con el EZLN en 1994 al lado de Manuel Camacho Solís. Fue el grupo que desactivó al EZLN y diluyó la amenaza de guerra civil zapatista.

4.- El 30 de diciembre la nueva secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, apareció repuesta de un fuerte ataque de Covid-19 y en la conferencia presidencial de Palacio anunció una revisión de la estrategia nacional de seguridad; el 31 adelantó la reactivación de las instituciones del área de seguridad pública endureciendo acciones contra la impunidad, la prevención y sobre todo la persecución de delitos.

El escenario es la nueva fase de seguridad después de la reforma a la Ley de Seguridad Nacional y de las presiones de EU para impedir la autonomía mexicana. México estaría pasando al mundo de la seguridad estratégica y geopolítica.

 

Zona Zero

  • En el fondo, el caso de la DEA en México va a redefinir las relaciones México-EU en el ciclo del presidente Joseph Biden y sus amenazas de mayor enfoque de seguridad nacional en su política exterior.

 

(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.

 

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