Foto: Cuartoscuro Distraen a la persona, le dicen que la tarjeta no funciona y en lo que los entretienen, les cambian el plástico y al sacarlo del cajero les dan uno igual o similar  

Martha, de 50 años, fue como siempre al cajero automático que se ubica a la altura de la Alameda, en el Centro Histórico. La máquina no respondía y un joven le comentó a la mujer que tuviera cuidado porque el cajero se estaba tragando las tarjetas y era necesario limpiarla, por lo que se ofreció a pulirla y en ese lapso le cambió su tarjeta por una apócrifa.

De enero a noviembre de 2020, el delito de robo a cuentahabiente saliendo del cajero en la CDMX registró 309 carpetas de investigación. En contraste, en el mismo periodo de 2019 se contabilizaron 596 denuncias, es decir, el año pasado hubo una disminución de 287 investigaciones por este ilícito.
Según cifras del portal de Datos Abiertos de la CDMX, el mes de 2020 con más denuncias fue enero, con 47; seguido de marzo, con 34.

Martha contó a este diario que en tan sólo unos minutos hubo varios movimientos de su tarjeta, y se dio cuenta de que le habían robado la original, por lo que acudió a su banco y el caso aún sigue abierto.

El inspector Andrés Soto, director regional de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), explicó que los asaltantes conocidos como “desplazadores” operan de diferente manera.

“Ellos observan a la gente; en ocasiones actúan con los adultos mayores porque a veces se les dificulta la tecnología y al no saber usar los cajeros automáticos, se prestan a recibir ayuda de cualquier extraño. Entonces los observan, se graban el NIP, distraen a la persona, le dicen que la tarjeta no funciona y en lo que los entretienen, les cambian el plástico y al sacarlo del cajero les dan uno igual o similar”, precisó a 24 HORAS.

“Luego la víctima recibe notificaciones de que se están haciendo gastos en centros departamentales y se da cuenta de que es su tarjeta”, abundó Soto.

Otra forma es que el delincuente tira un papel o monedas diciéndole a la víctima que se le cayó su dinero, “y cuando ellos se bajan a recoger el dinero, hábilmente cambian la tarjeta. Esas son las maneras más comunes como operan los ‘desplazadores’”.

LEG