A ver cómo le hace el presidente López Obrador -ya dijo que todo lo sea contra Manuel Bartlett es con él-, para defenderse de la demanda que presentó el Gobierno de Tamaulipas “contra quien resulte responsable’’ por andar falseando firmas y documentos.

Como sabe -o padeció-, el 28 de diciembre pasado ocurrió un apagón que dejó sin energía eléctrica a más de 10 millones de hogares en distintos puntos del país.

Las protestas no se hicieron esperar pero al día siguiente, la Comisión Federal de Electricidad y el Centro Nacional de Control de Energía, anunciaron en conferencia de prensa que la interrupción del servicio había sido ocasionado por un incendio en unos pastizales ocurrido en el municipio de Padilla, Tamaulipas, que habían afectado dos líneas de transmisión.

Hasta pasaron un video donde se ve una quema de pastizales en un terreno en donde se ubican dos torres de la transmisión de la CFE.

Para reforzar su defensa, la CFE exhibió un oficio supuestamente firmado por el coordinador de Protección Civil de Tamaulipas, en el que daba cuenta del incendio y de la llamada que recibió de funcionarios de la Comisión.

Tal oficio, sin embargo, resultó falso, según el Gobierno de Tamaulipas.

Ayer, la Secretaría General de Gobierno de Tamaulipas informó que presentó una demanda contra quien resulte responsable dentro de la CFE por la falsificación de la firma y del documento.

“La falsificación de documentos en este caso es evidente porque, la firma expuesta del Director de Coordinación con Municipios es diferente a la del funcionario estatal. El mismo servidor nunca suscribió el oficio presentado”, precisó la Secretaría General.

Ni siquiera coinciden el formato y la disposición de los logotipos incorporados en el documento; son distintos a los empleados por la Coordinación Estatal de Protección Civil.

En el documento se precisa que Protección Civil no tuvo participación en el incendio, que no hubo llamadas de emergencia de la CFE al número de emergencias y que hasta el número de folio del documento presentado por Bartlett “no coincide con la serie institucional’’ y carece de sellos.

Es decir, que todo mal.

No sabemos si López Obrador defendió a Bartlett teniendo conocimiento de que el documento era apócrifo o si el poblano lo engañó y de paso lo exhibió ante el mundo entero.

Si Bartlett engañó al Presidente, ya no le sirve para ningún cargo.

A pesar de las evidencias, ¿López Obrador seguirá defendiendo a Bartlett?

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A veces la disciplina partidista obliga a los involucrados a tragar sapos, sin hacer gestos.

Pero por lo visto Pablo Amílcar Sandoval, Cristóbal Arias y Gerardo Vargas, en Guerrero, Michoacán y Sinaloa, no están dispuestos a aceptar su derrota sin que haya alguna explicación sustantiva que la justifique.

Pablo Sandoval estuvo a unos minutos de ser declarado candidato pero luego la amenaza de Félix Salgado Macedonio de “armar un desmadre’’ y ser candidato del Movimiento Ciudadano, sorpresivamente “ganó’’ las dos encuestas fantasma que se hicieron la última quincena de diciembre.

Sandoval escribió ayer en sus redes sociales que “agotará’’ todas las instancias para que se clarifiquen los resultados de las encuestas.

Patadas de ahogado. Él sabe que la decisión se tomó en Palacio Nacional.
Cristóbal Arias declaró que no reconocerá al candidato Raúl Morón y que “rompía’’ con Mario Delgado.

Seguramente el presidente de Morena ni comió del pendiente.

Y Gerardo Vargas simplemente cumplió el papel de comparsa pues desde la primera encuesta en Morena no lo tomó en cuenta.

Le dieron un pre registro de candidato cuando de antemano se sabía que el escogido de Palacio era el senador Rubén Rocha Moya.