La Fundación Owen Care, una de las pocas instituciones de entrenamiento de perros de asistencia médica, cumplió 11 años de experiencia otorgando entrenamiento para estos canes y terapias con ‘dogtores’ para niños con discapacidad o con cáncer.

 

Los entrenamientos duran de 18 a 24 meses, y en ellos los perros aprenden a desarrollar ciertas acciones como detenerse al borde de las banquetas y al llegar a escalones, evitar obstáculos, entre otras, para resolver las necesidades específicas del usuario, de quien será su compañero.

Margara Bravo explica que existen dos razas que las escuelas entrenan: el labrador retriever y el golden retriever, ya que son de temperamento muy noble y equilibrado, y porque genéticamente tienen la función de recobro, es decir, son capaces de recoger cosas sin destruirlas.

“Anteriormente se utilizaba mucho el pastor Alemán, el problema es que la raza ya está muy manipulada y presentan mucho más problema de displasia de cadera” añadió en entrevista para 24 HORAS.

Algo que es importante mencionar de la educación de estos canes es el switcheo, es decir, la capacidad que tienen de volver a ser un perro normal, una vez que se les retira el arnés, para que así
el animal además de trabajar, pueda disfrutar de una buena calidad de vida.

Sobre los cambios que la pandemia trajo consigo, la creadora de esta Institución de Asistencia Privada (I.A.P.) comentó que algo que tuvieron que trasladar a la virtualidad fueron las terapias con ‘dogtores’ al realizarlas por videollamada, sin embargo, esto no fue impedimento para que los perros cumplan su objetivo.

Los cinco tipos de perros de asistencia que se entrenan en Owen Care son perros guía, perros especializados en movilidad limitada, especializados en niños con autismo o Asperger, de alerta médica y perro señal para personas con discapacidad auditiva.

LEG