La campaña “Mejores Mexicanos“, creada por el Consejo de la Comunicación y enfocada en el combate a la corrupción, busca demostrar, a través de diferentes medios de comunicación, talleres y concursos, la importancia de la honestidad y la transparencia por parte de los servidores públicos y los ciudadanos.

Al respecto, el presidente del Comité Coordinador del Sistema Anticorrupción del estado de Coahuila, Juan Adolfo Von Bertrab Saracho, recalcó durante la conferencia de presentación, que una sociedad que está regida por la ética, no está construida por privilegios adquiridos sino por la igualdad de la ley, en donde las normas y las reglas se cumplen por confianza en el trabajo de las instituciones públicas y no por obligación.

“A lo largo de los años, la credibilidad de la ciudadanía en las instituciones gubernamentales se ha deteriorado exponencialmente; la falta de profesionalización del servicio público, y la poca comunicación entre servidores públicos con los ciudadanos han sido los principales obstáculos para la creación de un sistema regido por valores como la integridad y la eficiencia. Es importante considerar a estas dos como las principales herramientas para restaurar la confianza y credibilidad en el sistema.”

De igual manera, el director general del Programa para la Consolidación de la Ética Pública, Octavio Chávez Alzaga, recalcó que, una sociedad que conoce sus derechos será capaz de identificar las alternativas para enfrentar distintos escenarios de corrupción y tomar mejores decisiones que le permitan respetar a la ley por convicción y actuar en consecuencia ante la incidencia de la impunidad. El correcto seguimiento de las normas, mejora tanto las condiciones sociales como los índices y rankings nacionales e internacionales sobre la percepción ante temas de corrupción e impunidad en México.

“Al igual que la justicia, la corrupción es un concepto que actualmente no está regido por una sola definición, debido a que posee muchas variantes dentro un marco legal, lo que es claro, son las consecuencias que surgen a causa de los descuidos provenientes del sistema. El abuso de poder, la irresponsabilidad por parte de los funcionarios públicos, la normatividad deficiente y la apertura del estado para la aparición de actos corruptores, son algunos de los principales detonantes de actos de impunidad y el descuido por parte de las instituciones para el correcto seguimiento de las normas”, explicó Chávez Alzaga.

Todo individuo está expuesto a experimentar un escenario de corrupción a lo largo de su vida, por ello, es fundamental dejar a un lado las conductas inadecuadas y la tolerancia a comportamientos, como la deshonestidad y el abuso de poder, que degradan la ética dentro de las instituciones. Entender, comprender y fomentar una conducta ética es la base para evitar la pérdida de la noción de la responsabilidad y valorar el peso que tiene para la sociedad. Es importante que existan buenas condiciones para que la ciudadanía se comprometa a actuar en sincronía con ello.

“Tener una serie de políticas y reformas ya no sirve de nada, es fundamental llevar esto a la práctica para que sea posible la creación de hábitos positivos. Una ética fuerte, es algo que todo funcionario público debería conocer y tener en cuenta para poder llevar a cabo las prácticas y los protocolos pertinentes con la finalidad de que pueda tener una perspectiva más amplia que le permita visibilizar el problema de la corrupción”, explicó Saracho.

Debido a que la corrupción ha prevalecido por décadas, un mayor número de organizaciones de la sociedad civil han incorporado estrategias clave como la “ética anticorrupción” en sus reglas y códigos de convivencia con la finalidad de disminuir las incidencias y mejorar su desempeño para aplicar la ley y la justicia correctamente.

 

PL