Foto: Jefté Arguello MANDA. Fieles dijeron que tenían que cumplir su compromiso ante la Virgen  

Una operación exitosa de trasplante de corazón a su madre es el favor que Carlos Ernesto le debe a la Virgen; por ello debe asistir cada año a la Basílica de Guadalupe.

Ante la pandemia de Coronavirus, el peregrino no se detiene, aunque el Templo Mariano permanece cerrado, Carlos Ernesto llegó, rezó, agradeció y se retiró, como parte de la manda que le debe a la guadalupana.

“A la Virgen le debo mucho, le debo una manda que gracias a ella mi madre salió viva de un trasplante de corazón, así que no le puedo fallar”, indicó.

Con cubrebocas, una playera de la Morenita del Tepeyac, pantalones de mezclilla desgastados y botas negras, es como este hombre llegó a la Basílica procedente del Estado de México.

Carlos Ernesto le pidió a la Virgen que el próximo año sea normal, sin pandemia para poder venir a dar gracias a la Guadalupana “como Dios manda”.

“Espero que el 2020 esté lleno de salud y trabajo; más que nada de salud, que no haya pandemia para poderle venir a dar gracias a mi segunda madre como Dios manda; por lo mientras, ya cumplí y me siento bien”, festejó.

 

EAM