Refleja una vena muy importante de la cultura mexicana, de las tradiciones y del valor que significa México para el mundo, es por ello, que el Xoloitzcuintle se ha convertido en la nueva mascota de la Ciudad de México y embajador oficial.

Itzayani Gutiérrez Arroyo concertista, investigadora, y amante de la raza Xoloitzcuintle, junto con el economista y especialista en la raza azteca, Jorge Alvarado Granados, han consolidado a lo largo de los años un proyecto llamado Xolos Tarango para preservar, cuidar, investigar, proteger y dar difusión de la raza Xoloitzcuintle.

En entrevista para 24 HORAS Itzayani mencionó que el Xoloitzcuintle es una de las pocas razas no creadas por el hombre, es decir, una especie primitiva, ya que estos perros existen desde hace más de 7 mil años.

“Estamos muy contentos de que el esfuerzo de la sociedad civil este siendo escuchado y valorado. La Comisión de Cultura del Senado de la República, consciente, ha estimulado la discusión y desde el pasado 4 de noviembre de este año contamos con la aprobación del Xoloitzcuintle, como embajador y patrimonio cultural de la Ciudad de México”.


Además, tienen la confianza de que en un futuro no muy lejano el Xoloitzcuintle no sólo sea considerado de la capital mexiquense sino también llegue a considerarse como patrimonio cultura del país.

“Confiamos en que esto va caminando por buen lugar, que va caminando bien y estamos seguros de que con este nombramiento más personas se van a interesar en estos maravillosos seres: en su naturaleza y en su historia.

¿Qué significa Xoloitzcuintle?

El vocablo náhuatl hace referencia a Xólotl, dios del ocaso, asociado a la muerte y opuesto a su gemelo Quetzalcóatl, que era vinculado a la vida. Mientras que Itzcuintli, significa perro, así lo explicó Jorge Alvarado.

Se tiene información de que esta especie se originó cerca de la cuenca del Río Balsas en los estados de Guerrero y Michoacán. Sin embargo, actualmente se puede decir que continúa en peligro de extinción.

“Este perro originó al perro viringo de Perú, que se catalogó en el año 2000 por Cámara de Diputados como patrimonio cultural de Perú, por lo que se determinó que en cada embajada del país sudamericano se tuvieran dos ejemplares”, señaló.

“El Xoloitzcuintle puede ser considerado como perro de servicio por su gran potencial. Viven muy bien en compañía de una familia; les gusta estar rodeados de niños y pueden ser excelentes compañeros para personas que se encuentran en un estado de salud poco favorable”, agregó.

Arte y Xoloitzcuintles 

Esta raza tiene registro gracias a las crónicas que se hicieron durante el siglo XVI en México. Fray Bernardino de Sahagún en su obra Historia General de las Cosas de la Nueva España menciona los perros que había en el  México Antiguo, al xoloitzcuintle lo describe como un perro raro con orejas puntiagudas, con dientes raros y  pocos. Él describió cuatro razas: chichi itzcuintle, tehui, xoloitzcuintle y tlalchichi, sin embargo tres de ellas están extintas.

Cabe destacar que Hernán Cortés se llevó a Europa para mostrarle al Rey Carlos V algunos ejemplares y por  su belleza fueron representados en magníficas pinturas, actualmente una de ellas está ubicada en el Rijks Museum en Ámsterdam.

La raza Xoloitzcuintle tiene dos variedades con y sin pelo y existen tres tamaños; miniatura que mide entre 25 a 35 cm; intermedio entre 25 a 45 cm y estándar, de 45 a 55 cm y hasta 60 cm. En los ejemplares sin pelo hay tres colores muy definidos, negro, mariposa y bermejo.

En la mitología mexica, se creía que los xoloitzcuintles acompañaban a las almas de los difuntos cuando viajaban al Mictlán, el inframundo, por lo que se les sacrificaba y enterraba junto con los muertos a los que debían guiar.

El futuro de la raza

Jorge Alvarado Granados  e Itzayani Gutiérrez consideran que si se conoce bien a la raza  y se dan los cuidados necesarios puede preservarse por muchos años más.

“Consideramos que el futuro de la raza si la cuidamos, si la amamos y sobre todo si la conocemos va a durar muchos años más no es posible que una raza que tenga 8 mil años de antigüedad esté en peligro de extinción, precisamente por el desconocimiento que se tiene y la cruza con otros ejemplares de la raza”.

La familia Xolos Tarango ha ubicado a sus perros en países como España, Alemania, Estados Unidos, Ecuador, Costa Rica, Canadá, Francia, Australia y por supuesto en distintas zonas de México.

 

DAMG