Los presidentes son: China, Xi Jinping; Brasil, Jair Bolsonaro, Rusia, Vladimir Putin
Foto: Reuters / Archivo Los presidentes son: China, Xi Jinping; Brasil, Jair Bolsonaro, Rusia, Vladimir Putin  

A pesar de que Joe Biden se convirtió en el virtual presidente electo de Estados Unidos, algunos líderes mundiales aún no reconozcan al demócrata como el nuevo presidente estadounidense hasta que no haya resultados oficiales.

En los últimos días, ha habido una gran cantidad de presidentes que ya mandaron sus felicitaciones a Biden y a Kamala Harris, entre los que destaca el jefe de Estados argentino, Alberto Fernández; el presidente de Francia, Emmanuel Macron; Pedro Sánchez, presidente de España; la Canciller alemana, Angela Merkel; el primer ministro británico, Boris Johnson; de Italia, Giuseppe Conte y el de Canadá, Justin Trudeau, entre otros.

Medios locales han señalado que a pesar de las felicitaciones por parte de importantes naciones, aún existen cinco líderes mundiales de gran importancia que todavía no han extendido sus felicitaciones a Joe Biden.

Los presidentes son: China, Xi Jinping; Brasil, Jair Bolsonaro, Rusia, Vladimir Putin; México, Andrés Manuel López Obrador y el de Turquia, Recep Tayyip Erdogan.

China probablemente no se encuentre a un Biden dócil

En su infructuosa campaña de reelección, Donald Trump advirtió repetidamente que una victoria de Joe Biden sería un triunfo de China, que “sería la dueña de Estados Unidos”.

A pesar de la retórica, hay poco que sugiera que Pekín encontrará en Biden una alternativa débil a Trump, quien cambió dramáticamente la narrativa estadounidense para enfrentar a la segunda economía más grande del mundo en su último año en el poder.

Incluso antes de que Trump asumiera el cargo, el último gobierno demócrata del presidente Barack Obama y el entonces vicepresidente Biden había endurecido significativamente su actitud hacia China.

Después de los esfuerzos iniciales para negociar con Pekín, el gobierno de Trump llevó esto más lejos, presionando con fuerza contra los intentos de China para extender su influencia mundial, ganándose algunos elogios de asesores de Biden, a pesar de una campaña electoral muy reñida.

Biden no ha presentado una estrategia detallada para China, pero todo indica que continuará con un enfoque duro hacia Pekín.

Biden a veces ha ido más lejos que el presidente saliente en sus ataques a China.

Se ha referido al líder chino Xi Jinping como un “matón” y ha prometido liderar una campaña internacional para “presionar, aislar y castigar a China”. Su campaña también ha calificado las acciones de Pekín contra los musulmanes en Xinjiang de “genocidio”, un paso más adelante que la política actual, con importantes implicaciones si esa designación se formaliza.

“Estados Unidos tiene que ser duro con China”, dijo Biden en un artículo publicado en marzo cuando la pandemia de coronavirus, que comenzó en la ciudad china de Wuhan, se extendió.

“La manera más eficaz de enfrentar ese desafío es construir un frente unido de aliados y socios de Estados Unidos para enfrentar las conductas abusivas y las violaciones de derechos humanos de China”.

En la misma frase, Biden también escribió sobre la búsqueda de “cooperar con Pekín en temas donde nuestros intereses convergen, como el cambio climático, la no proliferación y la seguridad de la salud mundial”.

Bolsonaro dice que quisiera victoria de Trump, evita decir que ganó elecciones de EU

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se abstuvo el miércoles 3 de noviembre de referirse a un posible vencedor de las elecciones estadounidenses, pero reiteró su apoyo a Donald Trump y sugirió que Joe Biden interferiría en temas como la protección de la selva amazónica si fuera elegido.

“Ustedes conocen mi posición, está claro (…), tengo una buena política con Trump, espero que sea reelegido”, dijo a sus seguidores en Brasilia.

“El candidato demócrata habló en dos ocasiones de la Amazonía. ¿Es eso lo que quieren para Brasil? ¿Interferencia del exterior?”

Pese al cambio en la Casa Blanca, aliados de EU seguirán siendo cautos tras la salida de Trump

El trato de Trump a los aliados tradicionales de Estados Unidos, en el plano personal y político, deja al sucesor y presidente electo Joe Biden con los amigos de Estados Unidos conmocionados y probablemente desconfiando para siempre de la credibilidad de Washington, no importando quién habite en la Casa Blanca, dicen algunos diplomáticos y analistas.

“La relación transatlántica nunca ha sido tan mala. La confianza entre Estados Unidos y Europa ya no existe”, dijo un diplomático europeo de alto nivel hablando a condición de mantener el anonimato. “Puede ser reparada, pero (…) no estoy seguro de que sea lo mismo”.

Biden, quien fue vicepresidente bajo el predecesor de Trump, Barack Obama, se comprometió antes de las elecciones del 3 de noviembre a defender a los aliados de Estados Unidos y a “dejar claro a nuestros adversarios que los días de acoger a los dictadores han terminado”, refiriéndose a la cercanía de Trump con el líder norcoreano Kim Jong Un y el presidente ruso Vladimir Putin.

“No se puede volver atrás cuatro años. En particular, tanto en Europa como en Asia, la forma en que seamos más inteligentes a la hora de reconstruir las alianzas para hacer frente a las amenazas de China y Rusia va a ser un gran desafío para Biden”, dijo Michael McFaul, exembajador de Estados Unidos en Rusia bajo el mandato de Obama y ahora miembro del grupo de expertos del Hoover Institute de la Universidad de Stanford.

Biden ha prometido celebrar una “Cumbre por la Democracia” mundial para luchar contra la corrupción, defenderse del autoritarismo y promover los derechos humanos. Reconoce que “pegar los pedazos” dejados por la administración Trump “será una tarea enorme”.

ENFOQUE COMÚN

Canadá, vecino y aliado de Estados Unidos, también ha tenido una relación inestable con Trump. Roland Paris, exasesor de política exterior del primer ministro canadiense Justin Trudeau, dijo que si Biden se compromete inequívocamente con la OTAN ayudaría a superar algunos de los malos entendidos.

“Y al acudir a los aliados para desarrollar un enfoque más común a los desafíos planteados por China y Rusia también podría ayudar a reconstruir parte de la confianza que se perdió durante los años de Trump”, dijo a Reuters.

Biden ha descrito el compromiso de Estados Unidos con la OTAN como “sagrado”.

En Asia, Corea del Sur vio cómo Trump cuestionaba el valor de su alianza y exigía a Seúl que pagara más por las tropas estadounidenses estacionadas allí. Funcionarios y analistas de Corea del Sur esperan un cambio de tono, particularmente en uno de los temas más importantes del mundo: Corea del Norte.

Aunque Trump y el líder norcoreano Kim se reunieron en tres ocasiones, no hubo ningún avance hacia el abandono de las armas nucleares por parte de Pyongyang. En contraste, Biden ha prometido “una campaña sostenida y coordinada con nuestros aliados y otros, incluyendo China”, un aliado Corea del Norte, para impulsar la desnuclearización.

Sin embargo, se puede esperar que Biden continúe al menos una de las políticas de Trump, un esfuerzo que en los últimos dos meses ha logrado acuerdos de tres estados árabes -Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Sudán- para empezar a normalizar las relaciones con Israel.

Se considera en general uno de los pocos éxitos de Trump en materia de política exterior, aunque Biden ha dejado claro que hará más por reiniciar las conversaciones entre Israel y los palestinos, que consideran las medidas adoptadas por sus hermanos árabes una traición a su causa de convertirse en un Estado.

A pesar del nuevo gobierno de Estados Unidos, Michael Kergin, exembajador canadiense en Washington, dijo que los aliados tradicionales seguirían desconfiando de Estados Unidos.

“Públicamente se dirán muchas cosas positivas”, dijo Kergin. “Pero a partir de un cálculo estratégico, los países ya han empezado a buscar alternativas y sopesarán (los asuntos) con mucho cuidado a medida que avancen en su relación con Estados Unidos”.

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Con información de AFP, BBC y medios locales.

 

AR