Si partimos de la tesis de que el general Cienfuegos es sólo una pieza de un tablero mayor, entonces encuentran espacio cuando menos seis variables que tienen que ver con las relaciones bilaterales de seguridad nacional de los EU con México en la era López Obrador:

1.- En Washington preocupa la relación estrecha del presidente López Obrador con el Ejército. La Casa Blanca siempre le ha apostado a presidentes mexicanos débiles.

2.- Washington está acostumbrado a controlar a los ejércitos del continente a través de la Junta Interamericana de Defensa de la OEA, que es la amenaza de invasión conjunta a países como Venezuela. Obama y Trump hicieron planes como el de Bush Sr. en 1989: invadir Panamá para arrestar al general Noriega, hoy con Maduro como objetivo. Y el Ejército mexicano, hoy más que nunca, está bajo los objetivos de López Obrador.

3.- El general Cienfuegos le dio a la rama militar un sentido nacionalista frente a las presiones estadounidenses.

4.- Los estrategas estadounidenses de seguridad no aceptan la estrategia de construcción de la paz de López Obrador que se aplica sin el beneplácito estadounidense. Al revelar supuesta corrupción, las agencias estadounidenses quieren asentarse en México sin respectar reglas nacionales y reactivar el modelo de la guerra contra el narco.

5.- Para Washington, los narcos tienen tres prioridades directas: compra de armas, oferta de drogas para los consumidores locales y dinero para lavar en el sistema financiero de los EU.

6.- El tema del narcotráfico mexicano forma parte de la estrategia de seguridad nacional estadounidense de 2001 a 2024.

7.- Y el mensaje a México de que la DEA tiene impunidad para operar en México, sobre temas mexicanos y al margen de las autoridades mexicanas.

A pesar del peso del poder, el caso Nayarit es local, aunque la DEA haya falsificado hechos para vender la idea de un cártel peligroso, criminal, con toneladas de drogas a los EU y “miles” de mensajes de texto.

Zona Zero

  • La cifra principal del último reporte de Alfonso Durazo Montaño para despedirse de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana revela una declinación de los homicidios dolosos y su centralidad en pocos estados y se completa con el reporte del INEGI de una baja de 5.6 puntos porcentuales en la percepción de inseguridad para situarse en el piso más bajo que se tuvo en 2014.

(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.

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