Foto: Cuartoscuro / Archivo El GCO informa que antes de contraer cáncer, el tejido dañado de los pulmones comienza a repararse por sí solo  

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el cáncer de pulmón continúa siendo la neoplasia más agresiva y mortal en el mundo; cada año aumentan 30% los nuevos casos y registran 1.69 millones de decesos.

El padecimiento se divide en dos: de células pequeñas y de células no pequeñas. El 80% de todos los casos de cáncer pulmonar forman parte del segundo tipo, y principalmente se presenta en las personas de edad avanzada (65 años o más).

Así mismo, el Global Cancer Observatory (GCO), que es una plataforma desarrollada por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), un órgano que forma parte de la OMS, explica que se puede disminuir el riesgo de padecer esta enfermedad, y la mejor manera de hacerlo es dejando de fumar y evitando el humo de los fumadores.

Aproximadamente 80% de todas las muertes por cáncer de pulmón se dieron en fumadores y la cifra es aún mayor para el cáncer de células pequeñas. Cuanto más tiempo se fume y cuantos más paquetes se consuman al día, mayor será el riesgo.

El GCO informa que antes de contraer cáncer, el tejido dañado de los pulmones comienza a repararse por sí solo. No importa la edad o el tiempo que haya fumado, y asegura que la gente que deja de fumar antes de los 50 años, reduce a la mitad su riesgo de morir en los próximos quince años en comparación con aquellas personas que continúan fumando.

DETECCIÓN Y TRATAMIENTO

Los cánceres de pulmón inician en las células que recubren los bronquios y en otras partes del pulmón, tales como los bronquiolos o los alvéolos. Al paso del tiempo desarrollarán cambios en los genes de las células.

El doctor Óscar Arrieta, coordinador de la Clínica de Cáncer de Pulmón y Tumores Torácicos, y jefe del Laboratorio de Oncología Experimental del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), destaca la importancia de personalizar el diagnóstico y expone que “de nada sirve tener tratamientos si no se tiene el diagnóstico correcto”.

Las opciones principales de tratamiento para las personas con cáncer de pulmón no microcítico pueden incluir cirugías, radioterapias, tratamientos locales, quimioterapia o terapia dirigida, en muchos casos varios a la vez.

Infografía: Xavier Rodríguez

 

 

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