Foto: Reuters La oposición bielorrusa y actores internacionales ven en Emmanuel Macron y en Francia como nación la mejor opción para mediar en el conflicto poselectoral. Lukashenko, en tanto, se ha mostrado inflexible.  

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se reunió ayer en Vilna, capital de Lituania, con la opositora bielorrusa y excandidata presidencial, Svetlana Tijanóvskaya. El encuentro se dio cinco días después de que la Unión Europea (UE) anunciara, el 24 de septiembre, que no reconocería la toma de posesión de Alexander Lukashenko como presidente de Bielorrusia, celebrada en privado el pasado día 23.

Según la declaración de los 27 países del bloque, la investidura de Lukashenko, quien lleva en el cargo 26 años, “contradice la voluntad de gran parte de la población bielorrusa, expresada en numerosas protestas pacíficas y sin precedentes desde las elecciones (del 9 de agosto), y solo sirve para profundizar aún más la crisis”. Asimismo, el grupo reiteró que los bielorrusos “merecen ser representados por quienes elijan mediante nuevas elecciones inclusivas, transparentes y creíbles”.

Al finalizar la reunión, Macron resaltó el valor de Tijanóvskaya, quien tuvo que cruzar la frontera hacia Lituania, dos días después de los cuestionados comicios, en los que su contrincante afirmó haber obtenido 80% de los votos, y ella, cuando menos 60 por ciento.

“Tuvimos una muy buena discusión. Ahora tenemos que ser pragmáticos (…) el objetivo es una transición pacífica”, dijo el francés a la prensa, al tiempo que ofreció la mediación de la UE para encontrar una solución pacífica. Sin embargo, Macron reiteró que ni su gobierno ni la UE reconocen “la elección de Lukashenko y, por ende, no reconocemos su condición de presidente”.

Por otro lado, el principal aliado del régimen de Lukashenko, el presidente ruso Vladímir Putin, señaló en un mensaje televisivo que el gobierno de sus vecinos en Bielorrusia enfrenta “una situación difícil” y “presiones externas sin precedentes”. Esto, en alusión a los recientes posicionamientos no solo de la UE y Francia, sino también de los Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania, Canadá, y otros países.

De acuerdo con la vocería del Gobierno de Rusia, hace dos semanas, en una reunión en la ciudad de Sochi, a mil 600 kilómetros al sur de Moscú, Putin prometió a Lukashenko, quien se niega a dialogar con la oposición, un préstamo de mil 500 millones de dólares para enfrentar la crisis económica y política en el corto plazo. Además, el mandatario ruso reiteró que los ejercicios militares conjuntos que ambos gobiernos habían pactado realizar desde antes del conflicto, sí se llevarán a cabo.

Francia reclama ser sede europea

Europa estará “jodida” si el Parlamento Europeo deja de reunirse en su sede en la ciudad francesa de Estrasburgo una vez al mes y sesiona solo en Bruselas, afirmó ayer el presidente de Francia, Emmanuel Macron.

“Si aceptamos que el Parlamento se reúna solo en Bruselas estaremos jodidos, porque en 10 años todo pasará en Bruselas y la gente solo hablará entre ellos, en Bruselas (Bélgica)”, expresó Macron a estudiantes universitarios en la capital de Lituania, Vilna.
LEG