Foto: Pixabay Es importante que los niños mantengan el menor contacto con químicos”, se recomienda el uso de cloro o desinfectantes solo en objetos que hayan tenido contacto con el exterior  

El cuidado a un recién nacido nunca es una tarea sencilla, mucho menos si esta actividad se debe desenvolver alrededor de una pandemia. Para aclarar dudas acerca de la crianza durante el confinamiento, el presidente de la Asociación Mexicana de infectología Pediátrica, Luis Xóchihua Díaz, platicó a 24 HORAS sobre de las medidas de seguridad que deben mantener los nuevos padres para que el bebé logre transita por la nueva normalidad de la mejor manera.

Uno de los puntos primordiales que debe considerar la familia será el estatus de infección de la mamá, es decir, si es negativa o positiva al virus Sars-cov-2 (Covid-19). El doctor comentó que hasta el momento no hay indicios de contagio por vía placentaria, ni leche materna, por lo que en caso de no poder aislarse totalmente o querer alimentar al pequeño es necesario “un aislamiento de las vías respiratorias, utilizando cubrebocas y caretas en todo momento”.

Al tratarse de un recién nacido, su entorno es el que deberá procurar mantenerse seguro, comenzando con que todo el que tenga contacto con el infante; ellos deben mantener un protocolo de sanidad estricto, principalmente con un lavado apropiado de manos, juguetes, mamilas y cualquier implemento, únicamente utilizando agua y jabón. “Es importante que los niños mantengan el menor contacto con químicos”, se recomienda el uso de cloro o desinfectantes solo en objetos que hayan tenido contacto con el exterior, como es el caso de los enlatados y envasados que se consiguen en mercados y supermercados.

En cuanto al uso de cubrebocas y careta dentro de casa será importante “evaluar si somos un factor de alto riesgo”, esto se refiere a la cantidad de veces que se expone al exterior y la probabilidad que se tiene de contraer el virus (ser parte de la población de riesgo). Una estrategia para poder detectar alteraciones y saber cuándo asilarse puede ser la creación de fichas donde se registre diariamente cómo se siente el adulto.

“Si me acabo de infectar mi organismo no puede transmitir, debe haber un período de incubación pero si yo me empiezo a sentir mal significa que las partículas virales empezaron a tener un crecimiento importante y ya soy contagioso, por lo que debo aislarme y cubrir mis vías respiratorias”, explica Xóchihua Díaz.

¿El recién nacido debe salir de casa?

Si se requiere trasladar al infante al exterior, el modo correcto será envolverlo totalmente en una cobija y utilizar protector en carriolas o porta bebés, “los que deben utilizar cubrebocas y seguir las leyes de sanidad son los que lo rodean, los niños menores de dos años no deben utilizar careta o cubrebocas, es peligroso”, remarcó el especialista, e hizo énfasis en la importancia de llevar a los niños a los centros de salud para mantener su esquema de vacunación, pues hasta la fecha se desconoce el sinergismo que pueda tener el Covid-19 con otras enfermedades.

Hasta el mes de julio la Secretaría de Salud reportó mil 741 niños de 0 a 5 años que habían contraído el virus. El doctor remarcó que “de todos los niños que se han contagiado sólo de 0.2% a 0.5% se ponen graves y la mayoría padecen comorbilidades como obesidad, cáncer, padecimientos cardiovasculares o crónico degenerativos, pero aunque los niños no presentan síntomas pueden ser trasmisores”.

Señales de alerta

El sistema inmunológico de un niño se encuentra inmaduro por lo que difícilmente
presentará las manifestaciones habituales que tiene un adulto, el especialista señaló que los cuadros diarreicos, irritabilidad y falta de apetito son focos rojos. Una vez diagnosticado, el niño deberá ser atendido en casa y monitoreado por los padres, pero en caso de presentar: dificultad respiratoria, decaimiento, somnolencia o desaturaciones habrá que buscar atención hospitalaria.

Para finalizar, el Xóchihua Díaz hizo un llamado a que los padres no desatiendan su propia salud mental, principalmente si presentan insomnio, aprensión, miedo o desgano: “los pequeños son como esponjas y lo absorben todo, si en la familia hay inseguridad se la transmitirán al niño.”

Es necesario tratar de tener una estrategia para mantener el equilibrio en el hogar, momentos de trabajo y de descanso, además de favorecer la buena alimentación y la transmisión de valores”, concluyó el experto.

¿Cubrebocas para los niños?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) no recomiendan el uso obligatorio de mascarillas en menores de cinco años, pues además de poner en riesgo su seguridad, los pequeños no son capaces de utilizarlas adecuadamente sin asistencia.

¿Cómo elegir la adecuada para mi hijo de entre 6 y 11 años?

Una vez que se hayan evaluado que el niño se encuentra en un entorno riesgoso, contará con supervisión de un adulto al portar la mascarilla y se tendrá los medios para asegurar el acceso, lavado o cambio se deberá elegir:

a) Tela o lavables: para niños con buena salud
b) Médicas o quirúrgicas: si el niño presenta comorbilidades (cáncer, diabetes e inmunodepresión, entre otras) o está infectado por Covid- 19.

Para ambos casos se deberá verificar que el tamaño cubra perfectamente nariz, boca y barbilla, sin quedar holgado; así como asegurar el lavado de manos durante 40 segundos con agua y jabón o frotarlas con gel antibacterial durante 20 antes de colocarla.

Es importante recordarle al niño que esta herramienta lo mantendrá seguro de contraer o propagar el virus y no deberá tocar la parte delantera, bajarla a su cuello ni metérsela a la boca, además de no poder compartirla y tener que guardarla en una bolsa o sobre cuando no la porten.

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