Foto: Cuartoscuro Según la ABM, a este beneficio se inscribieron un total de nueve millones 200 mil créditos, con corte al 31 de julio pasado  

La banca del país continúa trabajando en su plan de reestructura de créditos como parte de los apoyos ante la pandemia del coronavirus, el cual podría comenzar en septiembre y se implementará conforme a las características de cada cliente, informó Luis Niño de Rivera, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM).

En conferencia de prensa, el representante del sector destacó que, si bien falta que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) dé el visto bueno a este programa, las personas deben de saber que se realizará de manera individual, tal y como fueron inscritos los financiamientos para su diferimiento de pagos.

Dentro de este nuevo paquete de reestructura se considerará en qué sectores productivos se colocaron los préstamos, así como el monto y plazo a pagar, además del historial en Buró de Crédito por usuario.

“Estamos trabajando en esto y esperemos que para la primera semana de septiembre tengamos ya el planteamiento. Sí es importante que las personas sepan que acercarse a su banco es lo más valioso que pueden hacer para poder resolver cualquier situación que tengan, se tiene que ver persona por persona porque no es el mismo efecto que está teniendo la economía ni en todas las regiones ni en todos los segmentos”, manifestó.

Agregó que gran parte de los créditos que se inscribieron al programa de aplazamiento de pagos por cuatro meses, como ayuda ante las afectaciones económicas por el Covid-19, tendrán sus primeras obligaciones de pago a partir de septiembre.

Según la ABM, a este beneficio se inscribieron un total de nueve millones 200 mil créditos, con corte al 31 de julio pasado, que equivalen a 1.06 billones de pesos y representan el 22% del crédito bancario al sector privado.

De este universo, tres millones 300 mil financiamientos son de personas físicas con actividad empresarial así como micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs); tres millones 400 mil corresponden a tarjetas de crédito, dos millones 200 mil créditos son de consumo no revolventes, al igual que existen 325 mil hipotecas y 39 mil financiamientos a grandes empresas.

Por todos estos créditos los bancos dejaron de cobrar un 66 mil 300 millones de pesos por el concepto de los intereses que fueron diferidos.

 

aarl