Foto: Reuters La explosión del pasado 4 de agosto fue causada, según las autoridades, por casi 3 mil toneladas de nitrato de amonio que estuvieron almacenadas de manera insegura en el puerto durante años.  

Las agencias de la ONU necesitan 565 millones de dólares para asistir a las víctimas y los damnificados por las explosiones de hace casi dos semanas en Beirut, la capital de Líbano.

La detonación en el puerto de la ciudad dejó 178 fallecidos, 6 mil heridos y hay aún al menos 30 desaparecidos. La explosión afectó a las operaciones en seis hospitales, frente a los tres reportados inicialmente, y dañó más de 20 clínicas, según la agencia de asuntos humanitarios.

El Fondo para la Infancia de la ONU (Unicef) solicitó 46.7 millones de dólares para llevar ayuda a 100 mil niños. Proporcionará apoyo psicológico a los menores y a sus familias para que se recuperen del trauma.

El presidente libanés, Michel Aoun, dijo el fin de semana que la ayuda internacional prometida tras la explosión en Beirut debería ir a donde se necesita. y que todas las hipótesis permanecen abiertas en la investigación.

“He pedido que la ayuda enviada por países extranjeros se entregue exactamente donde se necesita”, dijo Aoun, que agregó que no ha considerado renunciar después de la dimisión de todo Gobierno.

Protestan miles en plaza bielorrusa

Una multitud de bielorrusos que coreaba “¡Renuncia!” repletó ayer el centro de la capital, Minsk, en la mayor protesta hasta ahora contra lo que denuncian fue la reelección fraudulenta hace una semana del presidente Alexander Lukashenko.

Rusia dijo que ofrecería ayuda militar a Lukashenko si fuera necesario, pero no hubo presencia policial en la protesta, que atrajo a 200 mil personas. Al menos dos manifestantes murieron y miles fueron detenidos, en una ofensiva poselectoral.

El ambiente fue de celebración, con personas portando las banderas rojas y blancas utilizadas en el país después de la desintegración de la Unión Soviética, en 1991.
 

LEG