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El Banco de México (Banxico) redujo en 50 puntos base su tasa de interés referencial, para ubicarla en 4.50%, su menor nivel desde septiembre de 2016, como resultado de las presiones financieras derivadas por la pandemia del coronavirus.

Se trata del décimo recorte consecutivo, así como la sexta disminución en lo que va del 2020, el cual no se tomó por unanimidad de la Junta de Gobierno del Banxico, ya que un miembro votó por bajar la tasa a 4.75%.

De acuerdo con la institución, desde la última decisión de política monetaria del 25 de junio pasado, los mercados financieros globales continuaron mostrando un comportamiento positivo, reflejando los efectos de las medidas de estímulo fiscal, monetario y financiero adoptadas en las economías avanzadas y la gradual apertura de la actividad productiva en dichas economías.

En ese contexto, explicó que la información oportuna indica que la actividad económica en México tuvo una profunda contracción durante el segundo trimestre del año, al acentuarse notoriamente las afectaciones derivadas de la pandemia, y ya muestra una recuperación en junio, en respuesta a la reapertura de algunos sectores, al relajamiento de las restricciones a la movilidad y a cierta recuperación de la demanda externa.

Sin embargo, agregó que el balance de riesgos para la inflación se mantiene incierto, ya que entre los factores que podrían presionar un alza serían episodios adicionales de depreciación del tipo de cambio; mayor persistencia en la inflación subyacente; al igual que problemas logísticos y de suministro de algunos bienes y servicios, así como mayores costos asociados a la adopción de medidas sanitarias.

En contraste, las consideraciones para una baja en la inflación son un efecto mayor al
previsto de la ampliación de la brecha negativa de la economía; menores presiones inflacionarias a nivel global; y que las medidas de distanciamiento reduzcan la demanda de ciertos servicios.

Por lo anterior, subrayó que el espacio disponible para recortar la tasa de interés en el futuro dependerá de la evolución de los factores que inciden sobre las perspectivas de inflación y sus expectativas, incluyendo los efectos que en ambas pudiera tener la pandemia.

Cabe señalar que, aún cuando se presenten nuevos recortes en lo que resta de 2020 y en los próximos años, analistas privados encuestados por el Banxico consideraron que la tasa regresará a un 5% hasta el tercer trimestre de 2022, en donde el primer semestre de 2021 marcaría el fin del ciclo de bajadas en el referencial del Banco Central.

Con este nuevo recorte a la tasa de interés se abre la posibilidad de que en los próximos meses existan créditos más accesibles o atractivos a la población y empresas, pues los bancos del país pueden tomar como referencia la tasa del Banxico y ofrecer
financiamientos con menores tasas a las existentes en el mercados.

Así, por el lado de la sociedad se incentiva el consumo, con la adquisición de tarjetas de crédito, hipotecas, créditos automotrices, entre otros, mientras que con las compañías se detona una mayor inversión, lo que a su vez generará mayores empleos y desarrollo productivo en el país.

Si bien estos créditos pudieran ser atractivos en un inicio, cada individuo deberá analizar su situación económica, desde contar con la capacidad suficiente de pago para solventar el crédito en los próximos meses o, incluso, reflexionar sobre el destino del
financiamiento.

 

PAL