Alguna vez, el exfutbolista y entrenador don Walter Ormeño (QEPD) me comentó que los directores técnicos al momento de tomar un trabajo tienen que “tener la maleta lista, porque son hijos de los resultados” y que razón tenía, porque en ese puesto lo que cuenta, para bien o para mal son los puntos obtenidos.

Con toda honradez, debo de aceptar que para este torneo pensé erróneamente que los técnicos al no existir descenso, tendían oportunidad de procesos largos, que las directivas intentarían dar tiempo para cumplir los planes trazados “conjuntamente”, sin embargo veo que la presión de los resultados está por encima de todo.

Estamos por iniciar la jornada 3, de un torneo totalmente diferente a todos por el coronavirus y sí, el tema por diferentes razones es el cambio de la dirección técnica, pensando que el que venga a corregir el inicio tenga una varita mágica y de la noche a la mañana los resultados cambien.

Hoy en día, Rafael Puente del Río tiene un ultimátum, y se dice que no salió al término de la jornada 2 porque los jugadores los respaldaron.

En este caso en particular, tienen mucho de culpa los directivos también, que tuvieron 10 partidos del torneo anterior, más 100 días de lapso de cuarentena para analizar el trabajo de este cuerpo técnico y planear adecuadamente y saber realmente la calidad del plantel.

Al parecer pesan más 15 días y dos juegos, que todo el tiempo que tuvieron para hacer juicios, ahora están a punto de tirar todo a la basura e iniciar un nuevo proceso de trabajo, donde la materia prima que son los jugadores serán los mismos.

Claro que tiene culpa Rafael Puente, pero y los directivos, así como jugadores también tienen gran carga de responsabilidad.

Pero Atlas, no es él único que busca técnico, también están los Pumas, que por la renuncia de Miguel González se quedaron sin su mariscal, el argentino Andrés Lillini tomó las riendas, cuando tenía ya algún tiempo trabajando de director de fuerzas básicas, y cuando parecía que la tormenta por los malos resultados de la pretemporada se venían sobre los universitarios, estos están de sublíderes con dos triunfos.

Entiendo que busquen, que tengan una posibilidad de un nuevo técnico, pero creo que el bombero para apagar el fuego está en casa, medida que no es nueva y probada con éxito porque está clase de entrenadores conoce la institución, a los jugadores, directiva y logran darle tranquilidad y armonía al plantel, entonces, porque no dejarlo y planear algo sólido para el futuro y no otro bomberazo para empezar de cero.

Pero además, en esta nueva modalidad ahora con las redes sociales y la participación directa de los aficionados en temas de los planteles y como el cambiar de técnico es algo muy común, con un par de resultados negativos, la presión aumenta y provoca las peticiones de cambios en los entrenadores.

Y así tenemos los #fuera… Tena, Piojo, Palencia, Sosa etc.

En verdad cuesta mucho trabajo creer esto, pero es real, quizás el único diferente es el de Miguel Herrera, líder del certamen, pero que tiene un grupo de seguidores del América que simplemente no les agrada su forma de ser, además de los anti, que colaboran pidiendo su salida.

Lo de Herrera en verdad es un caso muy especial, ya que su personalidad es parte del problema, al no gustar sus formas y sus adversarios encuentran estadísticas para fortalecer sus peticiones del ya famoso #fueraPiojo.

Francamente no creo que fuera del Atlas y quizás Pumas tengamos cambios, pero la verdad ya no se sabe y por ello toma fuerza esa oración con la cual inicie la colaboración :”Los técnicos tienen que tener las maletas hechas todo el tiempo y son hijos de los resultados”.

 

                                                                                                                                              @raulsarmiento