Foto: Especial La familia de Ignacio desconoce dónde pudo contagiarse, "pero intuimos dos maneras: primero pudo ser en el taxi que trabajaba, dado que iba al día y necesitaba salir diario; segundo, mi tía Trinidad –quien falleció días después– era enfermera”  

Ignacio y su esposa Trinidad perdieron la vida por culpa de virus que tiene en jaque a la humanidad; su familia no logra superar la tristeza.

“Son dos meses sin él; es extraño que ya no este, peor aún, es triste no haberlo visto en sus últimos días”, expresa Nadia Ramírez, sobrina de Ignacio Aldulci.

“Esperamos ir el próximo año a Puebla en el aniversario luctuoso de mi tío”, quien falleció el 6 de junio pasado.

La mujer recordó que un par de meses atrás, una sobrina le marcó a su papá para informarle que su hermano llevaba una semana internado en un hospital debido al coronavirus:

“Mi papá se sorprendió al saber la noticia, pues pensaba que el coronavirus no existía y se negaba a usar cubrebocas, sin embargo, esto le cayó como balde de agua fría y empezó a seguir las medidas de prevención”, relata 24 HORAS.

La familia de Ignacio desconoce dónde pudo contagiarse, “pero intuimos dos maneras: primero pudo ser en el taxi que trabajaba, dado que iba al día y necesitaba salir diario; segundo, mi tía Trinidad –quien falleció días después– era enfermera”.

Nadia comentó que al conocer la noticia, su padre quiso viajar a Puebla para despedirse de su hermano “entonces le dimos apoyo emocional y hablamos con él; resulta que, es hipertenso, fue cuando comprendió la situación y que lo mejor era no trasladarse hasta allá”.

Ahora, indicó la entrevistada, el hombre trata de concientizar a las personas que no creen en el virus, a través de la experiencia que vivió.

LEG