Las universidades deben ofrecer atención y seguimiento especial a sus alumnos, puesto que el confinamiento y la “nueva normalidad” impactará el rendimiento escolar, porque ahora los jóvenes no sólo irán a aprender contenidos escolares, sino que también se preocuparán por la salud, consideró Emiliano Villavicencio, Jefe del Posgrado en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Salle.

El especialista en psicología advirtió que, tras la pandemia de Covid- 19, “las instituciones educativas recibirán a jóvenes con cuadros sintomáticos de ansiedad, trastorno del sueño y estrés postraumático, además estarán expuestos en el aula de clases entre 5 a 6 horas, entonces esto podría contribuir a generar ansiedad en los jóvenes.

“Debemos esperar un bajo rendimiento en los jóvenes, ocasionado por la exposición social que van estar viviendo, luego de la pandemia, de ahí que, las instituciones educativas consideren el regreso a clases de manera paulatina, es decir que los jóvenes no vayan los 5 días de la semana, solo vayan 3 y el resto de clases sea de manera virtual o bien dividir a los alumnos en grupos para reducir el riesgo de posibles contagios y así generar en los jóvenes tranquilidad emocional y psicológica”, explicó en n entrevista con 24 HORAS.

En México existen 3.9 millones de estudiantes que cursan estudios de licenciatura, de acuerdo con los datos más recientes de la Secretaría de Educación Pública (SEP), correspondientes al ciclo escolar 2018-2019.

Infografía: Xavier Rodríguez

 

Mónica Hernández de 19 años, estudiante de Sociología en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), reconoce que el confinamiento le generó emociones negativas como miedo, tristeza y cansancio, aunque ha mejorado su percepción

Externó a 24 HORAS que al principio las clases virtuales eran muy poco productivas, pero durante el transcurso fueron mejorando.

También Josué Vargas de 25 años, estudiante de Comunicación y Cultura en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), compartió que el confinamiento lo ha hecho sentirse atrapado, encerrado y sin espacio personal.

Referente a las clases virtuales declaró que, éstas no eran dinámicas ni prácticas, entonces perdía interés.

Asimismo, Yareli Rodríguez de 20 años, estudiante de Administración en la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM), expresó que el confinamiento combinado con las clases virtuales le generó ansiedad, estrés y trastornos de sueños, pues el estar en casa haciendo tarea por largos periodos de tiempo, restaba tiempo a las actividades recreativas que realiza para hacer ameno el confinamiento.

En tanto Rubén Cedeño de 20 años, estudiante de Control y Automatización en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) dio a conocer que sus maestros le mandaron información y algunos videos, pero la retroalimentación no ha sido fluida y extraña el trato directo.

Sin embargo, ahora su principal preocupación es su economía, pues él y su hermano han tenido que salir a buscar trabajo para ayudar con los gastos de la casa.

LEG