Un torneo del fútbol femenino de Estados Unidos, el primero en reanudarse por equipos tras declararse la pandemia del coronavirus, se puso en marcha este sábado con un acto de protesta contra el racismo de las jugadoras de Portland y Carolina del Norte, que se arrodillaron durante el himno.

Antes de comenzar el partido que Carolina del Norte Courage derrotó por 2-1 a Portland Thorns, las futbolistas de ambos equipos se arrodillaron durante el himno nacional, guardaron un minuto de silencio y jugaron con un brazalete que decía “Black Lives Matter” (las vidas de los negros importan) y la misma leyenda tenían en sus camisetas.

Los jugadoras se alinearon en la línea media del campo y todas se arrodillaron  durante el himno nacional antes del juego, que marcó el inicio de este deporte tras la suspensión de más de tres meses por la pandemia del coronavirus.

“Nos arrodillamos hoy para protestar contra la injusticia racial, la brutalidad policial y el racismo sistémico contra las personas de color en Estados Unidos“, dijeron los equipos en un comunicado conjunto.

“Es nuestro deber exigir que las libertades sobre las que se fundó esta nación se extiendan a todos”.

El ex mariscal de campo del football americano Colin Kaepernick fue quien comenzó con esta protesta contra la injusticia racial en 2016.

Si bien Kaepernick ha estado sin trabajo en la NFL durante cuatro años, su protesta ha obtenido respaldo a medida que las manifestaciones contra la injusticia racial y la brutalidad policial se extendieron por Estados Unidos después del asesinato del afroamericano George Floyd mientras estaba bajo custodia de la policía de Minneapolis en mayo.

Los atletas de varios deportes se han arrodillado durante el himno en protesta pacífica. En muchos casos, cuentan ahora con el respaldo de funcionarios del equipo y la liga, que en gran mayoría habían rechazado previamente el gesto.

Sin las grandes figuras

Si bien los planes para el regreso de la NBA, la NHL (hockey sobre hielo), la MLS y la Major League Baseball (MLB) han ganado titulares, el fútbol femenino (NWSL) se convirtió este sábado en la primera liga de equipos profesionales en acción.

Al torneo, que debe terminar el 26 de julio, también le faltan algunas de los jugadoras estadounidenses muy reconocidas como Megan Rapinoe (actual Balón de Oro) y dos de sus compañeras en el equipo de Estados Unidos, campeón de la Copa Mundial Femenina del año pasado.

Rapinoe se retiró citando preocupaciones sobre el coronavirus y el horario comprimido.

La mediocampista de los Thorns, Tobin Heath, y la delantera de los Reales de Utah, Christen Press, también mencionaron las continuas preocupaciones por el coronavirus al decidir omitir el evento que se lleva a cabo en los suburbios de Salt Lake City a puerta cerrada.

La NWSL Challenge Cup tendrá que sobreponerse no solo a la ausencia de algunas de sus mejores jugadoras sino a la retirada esta misma semana de uno de sus nueve equipos, el Orlando Pride, después de que cuatro miembros de su plantel y varios empleados dieran positivo en pruebas de coronavirus.

ICA