Al adelantar el viernes el informe mensual de incidencia delictiva, el secretario federal de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño, volvió a enviar otro mensaje a gobernadores y alcaldes porque no han colaborado para disminuir las tendencias delictivas.

El reporte mensual de la SSPC federal registra en su título central la responsabilidad delictiva. El informe aporta datos “del fuero común”, es decir de las policías estatales y municipales que tienen bajo su responsabilidad los delitos locales. Por ello Durazo Montaño, el viernes, insistió en el tema estatal y municipal.

Primero, recogió el dato de la última encuesta del INEGI y la “percepción muy alta sobre la corrupción en los cuerpos estatales y municipales de seguridad”; el promedio, subrayó, es que 87.6% de los mexicanos “perciben que sus policías estatales y municipales son corruptas y ahí tenemos un reto fundamental”.

Y enumeró dos retos:

–Fortalecer el estado de fuerza a nivel estatal y municipal porque existe un déficit: hay estados que están operando con el 40% de su estado de fuerza,

–Combatir de manera contundente la corrupción policial a nivel estatal y municipal y fortalecer, obviamente, las labores de investigación e inteligencia.

Pero en lugar de entrarle de lleno a la seguridad, los gobernadores y los alcaldes siguen manteniendo sus policías como cuerpos ajenos a la profesionalización, casi como policía privada. Las cifras mensuales que da a conocer el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública son de delitos locales que corresponden a gobernadores y alcaldes. A un año de la creación de la Guardia Nacional no se cuenta con un diagnóstico real del estado de fuerza de las policías estatales y municipales que exige la Constitución a mandatarios locales, mientras aumentan los datos que revelan que esas fuerzas de seguridad locales tienen más compromisos con el crimen organizado que con la sociedad.

 

Zona Zero

  • Los Estados Unidos se acercan a la guerra civil. En Nueva York los grupos afroamericanos radicales están ya matando policías por el sólo hecho de ser policías. Y las policías son la fuerza que combate el crimen, con casos de abusos de fuerza contra minorías raciales. Y es automático: a una disminución de fuerza policiaca corresponde un aumento en los delitos.

 

(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.

 

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