Confiar en la recuperación de Estados Unidos y en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) es una apuesta de alto riesgo, por lo que se vuelve urgente contar con una política industrial contracíclica para la reactivación de la economía, señaló el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
De acuerdo con el reporte “La profunda recesión de Estados Unidos: el mensaje para México”, si bien en las crisis de 1995 y 2009 el país se favoreció de la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y del reacomodo de compañías automotrices extranjeras en el país, respectivamente, actualmente el ciclo industrial estadounidense se encuentra debilitado.
Precisó que, hasta mayo de 2020, la tendencia del ciclo industrial de la fabricación de equipo de transporte en Estados Unidos se mantiene a la baja, al mismo tiempo que existe una contracción en segmentos relacionados a los aparatos eléctricos, equipo de cómputo, metálicas básicas, maquinaria y equipo.
En ese contexto, según el IDIC, se debe considerar que la entrada en vigor del T-MEC tendrá un efecto positivo, pero acotado sobre la economía mexicana, particularmente por la tendencia que mantienen sectores estratégicos vinculados con la nación.
“México debe instrumentar medidas de política económica para atenuar los efectos de la recesión que enfrenta el sistema productivo nacional. En esta ocasión Estados Unidos no será el factor de reactivación productiva que evitó una mayor caída del PIB) mexicano”, subrayó.
Y enfatizó que la economía mexicana no puede esperar la definición del proceso electoral del país vecino, toda vez que se desconoce la estrategia a seguir del candidato Joseph Biden y Donald Trump, actual presidente de Estados Unidos.
LEG