Foto: Cuartoscuro / archivo El índice de morosidad de la cartera de crédito total de la banca podría llegar hasta 5% en 2020, lo que representaría casi el doble del nivel actual de 2.3%, como resultado del desempleo  

El índice de morosidad de la cartera de crédito total de la banca podría llegar hasta 5% en 2020, lo que representaría casi el doble del nivel actual de 2.3%, como resultado del desempleo que dejará la pandemia del coronavirus en el país, afirmó Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA México.

Al presentar el informe “Situación Banca México 1S20”, el especialista explicó que la disminución o control de la cartera vencida dependerá de la reactivación económica, toda vez que la gente regrese a trabajar y las empresas retomen sus actividades gradualmente.

Agregó que será necesario implementar programas de apoyo laborales y fiscales para la población en general, con el fin de disminuir, en la medida de lo posible, los estragos financieros por el Covid-19, al igual que evitar una crisis de solvencia en el país.

Lo anterior, debido a que ante la pérdida del trabajo, las personas ven mermados sus ingresos y un deterioro en su bienestar, lo cual dificulta el pago de créditos o adquisición de nuevas deudas.

Al respecto, según la institución financiera, en abril de 2020 el crédito al consumo otorgado por la banca presentó una contracción de 1.9%, lo cual no ocurría desde octubre de 2010, gracias al confinamiento por la contingencia sanitaria.

“Es necesaria una reapertura, pensamos que será en la segunda mitad del año, y es necesario revertir la pérdida de empleos. Además, es fundamental, insistimos, medidas de protección al empleo y que se den señales de mayor certidumbre a la inversión”, agregó.

A decir del economista en jefe de BBVA México, los créditos de nómina y los relacionados a bienes de consumo duradero difícilmente se mantendrán en terrenos positivos, debido a que su expansión está relacionada con el crecimiento del empleo formal.

En tanto, dijo que aún es incierto para saber si es pertinente ampliar el programa de diferimiento de pagos, ya que todo va en línea con la trayectoria de la pandemia del coronavirus y la profundidad de los impactos que puedan reflejarse en el corto o mediano plazo.

Así, estimó que las actividades de manufactura serán las primeros en recuperarse, mientras que habrá un mayor deterioro en el sector de servicios, principalmente en el turismo.

“Todavía estamos a tiempo de implementar apoyos fiscales para evitar pérdidas de empleo. Incluso, aún contamos con espacio fiscal”, explicó.

Ante este panorama, sentenció que la banca del país cuenta con los recursos y herramientas suficientes para enfrentar los posibles deterioros económicos, como el incremento en los niveles de morosidad.

De esta manera, recordó que se tiene un índice de capitalización (ICAP) de 15.7%, mayor al mínimo requerido de 10.5% por Basilea III, y coberturas sobre la cartera vencida.

“La banca mexicana entra a esta contingencia con niveles muy altos de solidez y liquidez; eso nos permite decir que existen las condiciones para enfrentar escenarios muy adversos”, afirmó.

A futuro, destacó, los focos rojos que “preocupan” son que exista una mayor percepción de riesgo país y se pierda más financiamiento externo. De igual forma, que no se tomen medidas suficientes en el frente fiscal y se tenga una baja en la calificación crediticia, entre uno y dos años, hecho que apretaría las condiciones de financiamiento en el sistema.

En días pasados, el Gobernador del Banco de México (Banxico), Alejandro Díaz de León, advirtió sobre futuros riesgos de liquidez y solvencia para las entidades del sector financiero, principalmente los bancos ante la pandemia.

Infografía: Juan Ángel Espinosa

LEG