Foto: Pixabay Los investigadores dicen que se debe tener en cuenta esta cadena de efectos  

Este mamífero se introdujo en la costa pacífica de Vancouver con el propósito de aumentar las especies depredadoras en el ecosistema.

Las nutrias, reintroducidas a lo largo de la costa pacífica de Vancouver en Canadá en la década de 1970, devoraron los crustáceos de los que dependían los pescadores locales, pero un nuevo análisis muestra que los beneficios económicos son, en realidad, positivos para el región.

El estudio, realizado por investigadores de las universidades de Columbia Británica y la isla de Vancouver y publicado el jueves en la revista Science, es interesante porque podría servir como modelo a granjeros o criadores locales que temen que les cueste caro reintroducir grandes depredadores odiados, exterminados o desaparecidos, como lobos o bisontes, por ejemplo.

En el caso de las nutrias en el Pacífico, la cascada de eventos comenzó a finales del siglo XIX, cuando la especie era cazada por su piel hasta casi extinguirse.

Dado que las nutrias se alimentan de crustáceos (y deben comer una cuarta parte de su peso cada día), la reducción de su población llevó a que los crustáceos abundaran, dando lugar a una próspera industria de pesca de estos invertebrados.

En la década de 1970, se decidió reintroducir la nutria. Las poblaciones locales, incluidas las de las Primeras Naciones aborígenes, no fueron consultadas.
Las nutrias comenzaron a comer crustáceos, que eran el medio de vida de los pescadores, en un ejemplo típico de conflicto ecológico-económico.

Pero el efecto es más profundo, dicen y demuestran los investigadores al hablar de “cascada”. Las nutrias también comen erizos de mar, pero los erizos de mar devoran los bosques de macroalgas, un tipo de alga marina microscópica. Como resultado, el tamaño de estos bosques de algas se ha multiplicado por 20, estiman los investigadores.

Estas algas son hábitats protectores para muchas especies de peces, como el arenque, lo que, a su vez, ha beneficiado a los pescadores de esta especie.

LOBOS, ZORROS Y GARRAPATAS

Pero la ganancia más importante es para el turismo: “Las nutrias son una especie muy carismática. A los turistas les encanta verlas en la naturaleza, y están dispuestos a pagar por la experiencia”, dice Russell Markel, coautor del estudio y operador de Outer Shores Expeditions.

Y eso sin contar los beneficios ecológicos como la absorción de carbono adicional.

En total, estiman los investigadores, los ingresos en dólares son siete veces mayores que las pérdidas para la pesquería de mariscos.

“Cuando se restituye un depredador, a menudo es polémico, ya que generalmente los depredadores compiten con las personas por los recursos”, dice Jane Watson, profesora de la Universidad de la Isla de Vancouver.

Pero el retorno de las algas “aumenta la productividad cerca de la costa, crea hábitat para especies dependientes de algas”, sostiene.

“Innumerables ecosistemas en todo el mundo son solo la sombra de su gloria pasada”, apunta Kai Chan, de la Universidad de Columbia Británica.

“La reintroducción de los lobos puede desencadenar una serie de efectos beneficiosos para una gran cantidad de especies y para los humanos en Estados Unidos o Europa“.

¿Pero cómo podría el regreso de los lobos beneficiar a los humanos? Su exterminio en el oeste de Estados Unidos favoreció a los coyotes, que redujeron la población de zorros, que comían pequeños mamíferos cuya población, por lo tanto, aumentó… causando un aumento también de las garrapatas, y en consecuencia en la Enfermedad de Lyme.

Los investigadores dicen que se debe tener en cuenta esta cadena de efectos, así como otros factores que dependen de los ecosistemas regionales, para calcular el costo neto del regreso de los lobos, y no solo el costo que significa el ganado comido por estos depredadores.

 

EFVE