Foto: Cortesía Pimperl Según la directiva, se estima que los niveles de empleos previos a la contingencia sanitaria se recuperen en aproximadamente un año  

La industria de la moda es vital en nuestra vida. Cada prenda que vestimos nos dice quienes somos, nuestros gustos o a qué nos dedicamos, sin embargo no sabemos el impacto negativo que genera dentro de los ecosistemas.

 

Hemos llenado nuestros closets con fast fashion, que es la ropa que se produce masivamente y podemos adquirir en tiendas departamentales, ya que son accesibles pero no lo suficientemente resistentes para aguantar el paso del tiempo.

 

Esta tendencia obliga a las marcas a cambiar los aparadores lo más rápido posible, para que siempre que vayas veas algo diferente, lo que provoca daños irreversibles en el planeta.

 

Por ejemplo, para producir un kilo de algodón se necesitan 10 mil litros de agua, la misma cantidad que bebe un ser humano en diez años, así que para una sola playera de algodón se utilizan 2 mil 700 litros en su proceso de producción, lo que equivale a la cantidad de líquido que necesita un persona en dos años y medio.

 

Mientras que 20% de las aguas residuales mundiales globales provienen de esta industria, además, los microplásticos de su hechura terminan en los mares afectando directamente a la flora y fauna. Estos números están plasmados en el estudio de la Organización de las Naciones Unidas, Fashion and the Sustainable Development Goals: What Role for the UN?

 

EMPRESAS RESPONSABLES

 

Algunas marcas de lujo como Stella McCartney, Sardin o Armani han emprendido acciones que apoyan un sistema más sostenible dentro del fashion. Otras como Miu Miu, Gucci y Prada se comprometieron a no utilizar pieles de animales y sustituirlas con ECONYL, que es un tipo de nylon hecho con residuos plásticos de los océanos.

 

Así mismo, existen herramientas como el Índice de Transparencia de la Moda que nos ayudan a saber cuánta información comparten los productores en relación con sus políticas, prácticas e impactos sociales y ambientales.

 

ARTE A TRAVÉS DE PRENDAS SUSTENTABLES

 

En una entrevista con Carlos Toledo Teja, director Ejecutivo de Pimperl nos platicó del objetivo de esta startup mexicana que busca promocionar los valores de cuidar el medio ambiente.

 

Pimperl es una marca de diseño mexicano que fabrica prendas que reducen el consumo de agua, no usan pesticidas o plaguicidas, no sobreexplotan el suelo y previenen la tala de árboles.

 

“Lo que buscamos es ser una empresa 100% sustentable. Los pilares de Pimperl son ética, sustentabilidad, arte y el comercio justo”, explica Toledo Teja.

 

La marca apuesta por el slow fashion, que es realizar menos prendas por colección, por lo tanto de mejor calidad y que resistan el uso de los consumidores. Los materiales que usan para sus creaciones son algodón reciclado y algodón orgánico, bambú, tencel y coco.

 

La ropa apoya el consumo local, pues los bordados están hechos por artesanas de Temoaya, Estado de México, con lo que buscan devolverle el favor a la vestimenta y que cuenten una historia.

 

Los artistas que participan en los diseños tienen una voz fuerte que resuena en cada prenda. Además, compensan el CO2 generado en sus operaciones con el apoyo de la organización ambiental Impacto.

 

FRASES

 

Tanta altivez nos hizo perder nuestra hermandad con las mariposas, las flores, los árboles y las raíces. Tanta codicia escandalosa nos hizo perder la armonía y el cuidado, la conexión y la pertenencia.

 

Alessandro Michele, Director Creativo de Gucci.

 

La reflexión sobre lo absurdo del estado actual de las cosas, con la sobreproducción de prendas y un desajuste criminal entre el tiempo y la temporada comercial, es valiente y necesaria.

 

Giorgio Armani.

 

“Queremos devolver el valor a lo que vestimos, prendas que sean para la posteridad y que cuenten una historia”, Carlos Toledo Teja, Director Ejecutivo de Pimperl

 

 

 

AR

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