Más complot resulta el video que circula en las redes sociales desde hace unos días, en los que se ve al presidente Andrés Manuel López Obrador sentado en un escritorio presuntamente durante una de las reuniones donde se analiza el tema de la seguridad en el país.

López Obrador está sentado en un escritorio y el resto de los miembros del gabinete -por ahí se ve a Claudia Sheinbaum-, frente a él en sillas que parecen pupitres.

Hay una cadena revestida de verde que separa al Presidente de sus escuchas.

En ese video que dura apenas unos segundos, López Obrador dice que los conservadores andan con todo y recomienda a los miembros de su gabinete “mandarlos a Palenque, despacito’’.

Quien filtró el video quería dejar en claro cuál es el tono y el mensaje de las reuniones de seguridad; si ese es el caso, ello explicaría por qué los niveles de violencia en el país no se reducen, ni con la Guardia Nacional ni con los militares en las calles.

Ese parece más complot y no el bodrio de documento presentado ayer que solo le generó burlas al Presidente y a su vocero por haber dado por cierto un documento cuyo origen y autenticidad desconoció el propio Jesús Ramírez.

Fue tan burdo el espectáculo, que ni siquiera los defensores a ultranza de López Obrador se atrevieron a salir en su defensa.

Las “benditas redes sociales’’ no tuvieron piedad ni con los funcionarios ni con la veracidad del documento que, de haber sido cierto, auténtico, no representaría ningún delito, porque no llamaba a un golpe de estado sino a ganar a Morena en las urnas en el 2021.

Dijo Jesús Ramírez que era un intento de “arrebatar la presidencia en el 2021’’ a Morena, pero será la presidencia de la Cámara de Diputados porque el próximo año NO hay elección presidencial.

En fin, mientras la pandemia del coronavirus sigue sin domarse, doblarse, rajarse, aplanarse o difuminarse, en Palacio Nacional sobran tiempo y recursos para alentar la paranoia y el divisionismo.

Justo cuando el país requiere lo contrario.

****

Y mientras se desenmascaraba el supuesto complot en Palacio Nacional, en la Cámara de Senadores se realizó un encuentro más entre los directivos de los organismos cúpula empresariales de México y casi la mitad de los legisladores que componen la Cámara Alta.

El objetivo del encuentro encabezado por Ricardo Monreal y Carlos Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), fue aclarar dudas sobre los temas que deberán ser aprobados antes del primer día de julio para que el T-MEC pueda entrar en vigor.

De que habrá periodo extraordinario lo habrá, si o sí; Morena tiene en la Comisión Permanente los votos requeridos para convocarlos, pero ayer quedó claro que las distintas bancadas no pondrán reparos en acudir a sesionar para aprobar las leyes que sustentarán al T-MEC.

No se descarta que Monreal quiera colar otro tema, por ejemplo la modificación a la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, que tanto interesa en Palacio Nacional.

Habrá que ver si la oposición se deja.

****

José Ramón Enríquez era hasta ayer senador por el Movimiento Ciudadano y de pronto, sin decir agua va, se sumó a las filas de Morena.

El oportunismo de Enríquez tiene que ver con su deseo de ser gobernador de Durango; ya fue presidente municipal de la capital y, aún cuando la elección de gobernador en ese estado será en el 2022, ya comenzó a congraciarse con quien se debe.

Pero fue por servir a la patria, no vaya a creer otra cosa.

LEG