Foto: Reuters Los hongkoneses han argumentado que el Covid-19 ha sido usado como pretexto del gobierno de China para impedir movilizaciones por el hecho histórico  

Pese a la prohibición que impuso el gobierno de Hong Kong para la conmemoración anual de las víctimas de la masacre de Tiananmén, que se lleva a cabo cada 4 de junio, miles de ciudadanos se congregaron en el parque de Victoria como lo han hecho desde 1989.

 

La rememoración incluye que cada participante en el espacio público encienda velas en alusión a cada vida que se perdió a menos del ejército Chino en 1989, tras meses de protestas ciudadanas que demandaron una mayor democracia para el país asiático en aquella época.

 

Desafiando los temores del gobierno local por los contagios de Coronavirus, que han llevado a restricciones para no congregar a más de ocho personas en un solo espacio, los hongkoneses rindieron tributo a los caídos de hace 31 años en la plaza de Tiananmén o plaza de la Puerta de la Paz Celestial, situada en la capital china.

 

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Actualmente, Hong Kong es el único lugar en el gigante asiático en el que se puede hacer esta remembranza, sin embargo, la que es considerada Región Especial Administrativa teme por que este sea el último año de la vigilia para las víctimas, debido a la recién aprobada Ley de Seguridad.

 

Los hongkoneses incluso han argumentado que el Coronavirus ha sido usado como pretexto del gobierno central de China para impedir movilizaciones por el hecho histórico.

 

Fuentes no oficiales estiman que hasta unas 10 mil personas murieron bajo las balas del Ejército de Liberación Popular chino, cuando este arremetió contra los manifestantes en la plaza de Tiananmen aquel 4 de junio de 1989.

 

Los organizadores del evento de este año rechazaron las medidas del gobierno de Carrie Lam para no reunirse en grupos de 8, informó Hong Kong Free Press (HKFP).

 

 

Hace 31 años, las protestas que sacudieron Beijing y decenas de otras ciudades en China a finales de la primavera e inicios del verano de 1989 empezaron a modo de conmemoración, por la muerte en abril de Hu Yaobang, exsecretario general del Partido Comunista de China (PCCh), quien era un crítico acérrimo del entonces líder, Deng Xiaoping.

 

Tras su muerte, un movimiento liderado por estudiantes pronto se tornó en una gran manifestación ciudadana que pedía la restauración de su imagen y que su legado fuera honrado con amplias reformas, como la libertad de prensa, entre otras.

 

En aquel entonces, en Beijing se congregó a más de un millón de manifestantes que ocuparon la plaza de Tiananmén en abril de 1989 enarbolando banderas y pancartas en un ambiente festivo, convirtiéndose en la mayor movilización en la historia de la China comunista.

 

Las protestas se extendieron a otras ciudades y universidades de todo el país, se prolongaron casi siete semanas y en ellas se juntaron personas de todos los ámbitos de la sociedad: desde obreros hasta periodistas y estudiantes.

 

Debido a ello, Deng Xiaoping, y otros altos funcionarios declararon la ley marcial. Del 3 al 4 de junio, tropas y tanques del Ejército de Liberación Popular, así como la policía, se dirigieron a la histórica plaza y abrieron fuego en su camino, según los relatos de los sobrevivientes, pues el gobierno de China no acredita una versión histórica de lo sucedido.

 

 

EAM