La importancia de la disolución de los grupos parlamentarios del PRD y el Partido Encuentro Social (PES), radica en el hecho de que Morena conseguirá el voto que le hace falta en la Comisión Permanente para poder convocar a un periodo extraordinario de sesiones.

La explicación técnica es que, al ya no ser coordinador parlamentario, el ex jefe de gobierno de la CDMX Miguel Ángel Mancera no tiene derecho a ocupar un lugar en la Comisión Permanente.

Y, como los cuatro integrantes del PES anunciaron que se suman a la fracción de Morena, ésta tendrá 63 legisladores y un lugar más en la Comisión Permanente.

Morena puede hacer uso de esa atribución cuando quiera, pero seguramente habrá un intento de negociación con la oposición para que no se vea como un agandalle.

De hecho, la decisión de desaparecer a ambas fracciones parlamentarias luego de meses de no cumplir con el requisito de estar integradas por mínimo cinco legisladores, es totalmente apegada a la Ley Orgánica del Congreso General y es responsabilidad absoluta de la presidenta de la mesa directiva del Senado, Mónica Fernández Balboa.

La Comisión Permanente la integran 37 legisladores; la oposición tenía hasta ayer 13 lugares; si Mancera se va, serán 12 lugares y Morena junto con sus aliados sumaría los 25 votos necesarios para convocar a un periodo extraordinario.

Falta, insistimos, que Morena decida aplicar la ley a secas y no negociar con la oposición.

Al partido mayoritario le urge un periodo extraordinario para sacar las modificaciones a la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, propuestas por el presidente López Obrador y con las cuales, según la oposición, busca hacerse del control absoluto del presupuesto y manejarlo como mejor le convenga por encima de la propia Cámara de Diputados.

A ver.

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Por cierto, hablando de diputados, Mario Delgado, coordinador de los legisladores de Morena en San Lázaro, propuso una modificación a las leyes del IMSS e ISSSTE a fin de que los derechohabientes que hayan perdido su empleo puedan hacer “retiros emergentes’’ de su Afore.

La idea no es mala: que cada desempleado pueda disponer cuatro retiros de 3,326.94 pesos o una solo exhibición por 13,307.76 pesos, que sería considerado el “ingreso mínimo emergente’’.

Estos retiros serán adicionales a los que ya permiten las leyes del IMSS e ISSSTE y las Afores.

Hay dos cuestiones que atender, sin embargo:

La primera es que los retiros -los propuestos y los reglamentados-, solo benefician a trabajadores que estuvieron afiliados a IMSS o ISSSTE y deja descobijados totalmente a los trabajadores o profesionistas independientes que dejaron de cotizar, por el motivo que sea, en alguno de los Institutos.

Segundo, no se precisa si al aceptar los retiros el trabajador pierde su derecho a decidir por qué sistema se quiere pensionar: por el de la ley del IMSS de 1973 o por la reglamentación de 1997.

Valdría la pena echarle un ojo a la propuesta.

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“Estamos en lo más grave de la pandemia, no importa cuándo leas esto’’, así tendría que decir una camiseta que portara el subsecretario Hugo López-Gatell en cada conferencia sobre el Covid-19.

Ayer se rompió -otra vez-, el número de contagios y de muertos registrados en 24 horas (1,092), aunque el funcionario explicó que se trata de la suma de los decesos de varios días, no de las últimas 24 horas.

Pero muertos son muertos y ya, independientemente del día, la causa es la que importa, Covid-19.

Los contagios sumaron casi 4,000 así que ni hablar de la curva doblada.

LEG