Juan Manuel Torres Esquivel

Las cosas en México y el mundo parecen seguir complicadas en este inicio de semana. En redes sociales se han podido ver las tendencias #Ébola, Black Mirror, URSS y #ThePurge, que si bien se han posicionado en tono de burla (los tuiteros han publicado memes y GIFs), también dejan ver un escenario muy preocupante en torno a la pandemia por el COVID-19 y los recientes eventos políticos que convulsionan a los Estados Unidos.

 

El asesinato de George Floyd, un hombre afroamericano, ocurrida en Minneapolis, Estados Unidos, a manos de un polícia “blanco”, ha causado indignación en el país norteamericano y el mundo entero. Millones de estadounidenses han levantando la voz en redes sociales y han salido a las calles a manifestarse, incluso de forma violenta, para condenar el racismo y abuso de poder que persisten en dicho país.

 

Desafortunadamente, esta no es una situación nueva. En el libro “A People’s History of the United States”, el historiador Howard Zinn asegura que el racismo en Estados Unidos es tan antiguo como la creación misma de esa nación; es un “fantasma” que persiste entre los norteamericanos, a pesar de haber tenido a Barack Obama como presidente.

 

El racismo en Estados Unidos es una herida que sangra, que solo necesita de “una ligera chispa” para encender el fuego y, un hombre como Donald Trump en la Presidencia, lo logra fácilmente. La irresponsabilidad con la que se ha conducido Trump es lamentable, pues ha pensado más en las elecciones que tiene en puerta, que como un hombre de Estado, cuyas acciones pueden demoler el camino que personas como Martin Luther King, a lado de hombres y mujeres, han labrado.

 

Dice el dicho que: “Cuando veas las barbas del vecino cortar, pon las tuyas a remojar”. Bueno, pues como diría Andrés Manuel López Obrador, esta frase nos cae “como anillo al dedo”. En México las condiciones parecieran distintas a las del país vecino pero, sin lugar a dudas, enfrentamos también retos complicados.

 

En nuestro país, “el fantasma” que recorre nuestras vidas no es el racismo; no porque no seamos una sociedad racista, sino que el verdadero monstruo es la intolerancia. Basta darse una vuelta por Twitter, para encontrar mensajes de odio en todos los sentidos; cualquier publicación puede ser motivo de ofensa para aquellos que están en contra del Gobierno Federal o para quienes lo alaban incondicionalmente y, al igual que como está pasando con nuestro vecino del norte, la clase política hace gala de su irresponsabilidad.

 

El discurso se toma a conveniencia, pues lo importante es conseguir imponerse en la arena electoral y no lo que es mejor para el país. Las decisiones se toman sobre las preferencias electorales plasmadas en las encuestas rumbo al 2021, sin importar lo que una mala decisión podría desencadenar ¿Por qué el gobierno sigue insistiendo en que hemos “aplanado la curva” cuando todo el mapa del país está marcado en rojo? La economía está en peligro y la gente ya lo percibe, algunos inclusive creen que estamos ante la peor situación en mucho tiempo. Eso electoralmente es una bomba para el proyecto que encabeza el Presidente y el partido en el poder, por ello han están buscando reactivar la economía, sin importar las consecuencias.

 

En este sentido, la “Nueva Normalidad” es resultado (como las acciones de Trump) de una decisión tomada desde la lógica electoral y no necesariamente de estado ¿Está el Presidente consciente de las pérdidas humanas y la emergencia sanitaria que una mala gestión podría ocasionar?

 

De acuerdo a un estudio del Massachusetts Institute of Technology (MIT), se prevé que para septiembre México alcance los 132 mil muertos por el COVID-19. Estos decesos acumulados a las víctimas de la inseguridad en el país, podrían llevar al sexenio de López Obrador a una cifra alarmante de mexicanos muertos, todos ellos directamente asociados a una mala decisión gubernamental ¿Está el gobierno dispuesto a pagar ese costo político?  Ojalá la respuesta fuese negativa, sin embargo las acciones y discursos pronunciados desde Palacio Nacional parecen estar encaminados al terreno político y  no a buscar el bienestar de los mexicanos.

 

 

Nota al pie

 

Si bien es cierto que el escenario no pinta bien, igual que siempre que ocurre ante una tragedia, hay quienes sacan la casta y muestran su lado más solidario. Pensando en el bolsillo de los mexicanos y en que, hoy más que nunca la gente necesita estar conectada, Grupo Televisa lanza “izzi móvil”, su primer plan de telefonía celular, que ofrece servicios ilimitados por solo 250 pesos al mes. Aunque inicialmente este servicio podrá ser contratado en 17 ciudades, sin duda entra a un mercado que estaba necesitado de opciones más económicas.

 

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