Desde el pasado 17 de febrero cuando el peso mexicano llegó a tocar sus niveles mínimos en $18.49 en el mercado interbancario en un momento de estabilidad y crecimiento mundial (menos en México), se inició un proceso de depreciación y en 36 días hábiles (6 de abril) llegó a cotizar hasta en $25.75, lo que significó una depreciación de 39.3% en directo (imagínense si se anualiza). Después de 30 días de consolidar entre $23.00 y $25.75, inició una fase de apreciación que alcanzó ya al cierre de ayer, niveles de $22.20 en el mercado interbancario.

En este nivel, la depreciación en el año de 18% y desde $18.49 de 20%. La pregunta es ¿si ahora se genera una señal de compra o bien aún es momento de una mayor apreciación estimando niveles de $21.60 – $21.30?

La Bolsa en México llegó a tocar un nivel de 44,800 puntos y desde ahí, registró una baja en 29 días hábiles de 27.4% al registrar niveles mínimos en 32,503 puntos. Actualmente cotiza en los 36,225 puntos, recuperando un 11.3% desde los mínimos.

En un momento donde empezará junio y último mes del segundo trimestre, buena parte de las empresas estarán reiniciando actividades gradualmente, lo que llevará a resultados trimestrales muy deteriorados y dentro de una expectativa incierta sobre la profundidad de la recesión y el tiempo de recuperación, cuando no existe un programa de incentivo fiscal local.

El  mercado tendrá la capacidad de buscar 38,500 – 39,000 puntos al alza o bien buscar probar una zona baja inicial en 34,500 puntos. Algunas instituciones como Monex, en su análisis bursátil, estima un objetivo de alza a 41,500 puntos para el cierre de año ante menores tasas de interés que ayudan a mejorar algunas valuaciones de las empresas.

La crisis de salud se transfirió a una crisis económica no vista desde hace muchos años a nivel mundial y en México. Veremos una economía en donde algunos sectores mantienen gran dinamismo como el de salud, el tecnológico, de comunicaciones y consumo de primera necesidad, mientras otros tendrán diferentes dificultades para su desarrollo, como el financiero, el industrial, el de bienes raíces, turismo y energía.

En cuanto a las tasas de interés, la tasa de referencia cerró el 2019 en 7.25% anual. Actualmente se ubica en 5.50%, disminuyendo 175 puntos base. En un entorno volátil, marzo fue de grandes variaciones y entre abril y mayo, se ha reducido y ordenado la curva con algunas participaciones de Banxico en subastas extraordinarias.

Hoy la inflación última es de 2.83% anual y viene de 2.15% anual registrada en abril pasado. Actualmente hemos visto un rápido rebote en los precios del petróleo y la inflación al productor, que mide servicios sin petróleo, se presionó en abril a 5.14% anual. En la medida de reabrir la economía, muchos insumos importados vendrán con el ajuste en precio por el movimiento del peso mexicano y parte de ese ajuste pudiera transferirse al precio último.

La pregunta es si aún se estiman mayores ajustes por Banxico para llevar la tasa de interés hacia 4.75%- 4.50% anual como lo han manifestado algunas instituciones financieras, o habrá un movimiento mucho más moderado, quizá una o máximo dos bajas pero de 25 puntos.

Así, al evaluar las alternativas de oportunidades o riesgos de nuestros mercados, vemos condiciones cercanas de definición en cada uno de ellos.

 

                                                                                                                                                          @1ahuerta