Esta semana, el comportamiento del tipo de cambio ha sido positivo y para algunos, hasta sorpresivo, porque no entienden la velocidad en la recuperación del peso, cuando el sentimiento de los mexicanos es negativo hacia la economía y la desconfianza hacia el Gobierno, en torno al riesgo de una mayor expansión del Covid-19, con la presión de Estados Unidos por abrir nuestra economía, en medio de la aceleración de contagios todavía, de algunas medidas propuestas por Morena y/o el Gobierno, hacia el sector energético o la vida y patrimonio de cada familia.

El peso mexicano terminó la semana pasada en $24.01 en el mercado interbancario. Comentamos que sería una semana de definición con el riesgo de ir en cualquier sentido. Sin embargo, el peso definió a la baja, con una apreciación acelerada de más de 4.5% en la semana, para ubicarse en el mercado interbancario en $22.86.

La gente se pregunta y ¿cómo se está dando este movimiento de recuperación del peso, si la percepción de la economía y del Gobierno es negativa? La respuesta es que los mercados se mueven por flujos y normalmente se anticipan a eventos. Recordemos que en tan solo 36 días, el peso mexicano corrigió al alza con una gran velocidad, pasando de $18.48 hasta $25.44, equivalente a un 37.5% e implicó una fuerte salida de recursos del país. Es muy probable, que muchos eventos que se dieron entre febrero y hasta el día de ayer, ya han sido descontados en el valor del tipo de cambio.

Aunque la información de Banxico sobre el nivel de tenencia de extranjeros está al 12 de mayo, el ritmo de salida de recursos ya se está invirtiendo. Es decir, estamos viendo una probable entrada de recursos, medidos a través de diferenciales y promedios móviles de la información histórica, tanto en la parte de Cetes como en la parte de Bonos M.

Aún cuando Banxico ha ajustado a la baja la tasa de interés en 175 puntos en lo que va del año, al ubicarse en 5.50% anual, el diferencial que existe con respecto a la tasa de la Fed en 0.125% (promedio entre 0 y 0.25%) es muy amplio, y si comparamos los bonos a 10 años de ambos países en dólares, el spread es de 544 puntos base.

Ante la cercanía de techos en bolsas americanas (bajo las condiciones actuales) y con el nivel actual en tasas de interés, empiezan a “voltear” a mercados emergentes y tanto Brasil como México llaman la atención.

¿Ahora qué sigue?

Veremos si el peso mexicano mantiene este ritmo de apreciación y en su caso, logra ubicarse debajo de $22.70, lo que abriría espacio para un movimiento de altibajos con techo en $23.70. No obstante, en caso de penetrar $22.70, podría dirigirse hacia los $22.00 donde puede intentar ya estabilizarse.

Es muy poco probable, ver rebotes técnicos con velocidad en los niveles actuales. Pensamos que una vez que encuentre un piso, desarrollará una sana consolidación, pero por el momento, vemos muy difícil observar reacciones de alzas rápidas, que de nueva cuenta, se ubiquen arriba de los $24.00.

Seguiremos escuchando datos y estimaciones económicas negativas para nuestro país, quizá propuestas sin sentido de personas relacionadas al Gobierno federal. No olvidemos que los mercados normalmente se mueven por flujos.

 

                                                                                                                                                          @1ahuerta