Foto: Especial Un 41% de los mexicanos que trabaja desde casa debido al confinamiento por la pandemia labora más horas y permanecen más tiempo conectados, según la encuesta “Covid-19 y Home Office", realizada por The Wellness and Productivity Project  

La cuarentena generalizada en el mundo tras la aparición del virus SARS-CoV-2, que produce la enfermedad del Covid-19, obligó a miles de empresas y compañías a trasladar a los empleados a sus casas, dejando a la deriva aspectos importantes como las condiciones y la seguridad de las personas para desempeñar sus labores y la situación salarial, sin olvidar los casos en que se presentaron despidos o recortes de personal.

La escritora mexicana Susana Casado platicó con 24 HORAS sobre la oportunidad que la pandemia representa para mejorar la regulación del trabajo a distancia en condiciones normales, como parte de lo que ahora se conoce como “nueva normalidad”.

– ¿Cómo encontraste a México en la materia?

México tenía un gran avance con la crisis de H1N1, en 2009, fue un laboratorio muy grande, y el Covid-19 vino a mejorar lo que ya teníamos, a mejorar con lo que ya contábamos. Un ejemplo es el teletrabajo. En México sí está regulado, hay una disposición en la Ley Federal del Trabajo relativa a las emergencias sanitarias.

Aún cuando no se aplicó como tal este precepto de la Ley -que dice que en una emergencia sanitaria los trabajadores irían a sus casas y los empleadores les tendrían que pagar el salario mínimo-, fue un ejercicio grande, ya se sabía cómo responder, había una guía que se actualizó, y eso fue muy importante para los centros laborales.

– ¿Cuáles son los retos, las áreas de oportunidad?

Un reto grande es la inspección, necesitamos vigilar las condiciones de trabajo en todos los ámbitos, que sean seguras, como en la maquila de textiles, por ejemplo, que las máquinas funcionan correctamente. Reglamentar de manera más específica el teletrabajo, que ya va a ser más común. Regular los horarios de trabajo y el pago del salario, que se respeten.

Esta nueva normalidad también es una oportunidad para que el Gobierno haga digitales muchos trámites.

Evitar concentraciones de personas, traslados. Un ejemplo es Jóvenes Construyendo el Futuro, todo fue a través de trámites digitales y funcionó muy bien. Avanzar a un gobierno digital.

– Habrá quejas también…

Cuando retomen los tribunales supongo que habrá quejas por despidos injustificados y quizás el primer mes van a entrar muchas demandas.

– Un aspecto que no se consideró fueron las condiciones en las casas, aunque parezca un detalle menor, ¿qué opinas?

Así es, tienes un escritorio en la casa donde trabajas un rato, pero si tenías hijos, ellos también están en colegio virtual, y tienes un lugar de trabajo para todos los que viven ahí. Hubo que habilitar otros espacios, comprar sillas ergonómicas. El empleador debe facilitar las herramientas para que el teletrabajo se haga de mejor manera. Que lo que ahorre en el pago de oficina lo invierta en las condiciones en casa.

– ¿Y esta nueva normalidad va a durar?

Creo que sí va a durar porque nos damos cuenta que esto sí funciona. Apuesto a no regresar al estado de las cosas como estaban sino a ser más productivos con estas modalidades. Los trabajadores y el Gobierno se dieron cuenta que se puede ocupar ese esquema.

En el Gobierno, en el marco de la austeridad, pueden decir que dejaron de rentar un edificio completo y las personas trabajan desde casa; incluso el Presidente participó en foros internacionales.

– ¿Qué pasó con las negociaciones entre empleados, empresas y Gobierno?

Hubo acuerdos para evitar despidos; los trabajadores llegaron a acuerdos, hubo diálogo social. Era muy complicado sostener a todos los trabajadores con el mismo sueldo. Eso hay que afinarlo en la legislación.

Muchos organismos internacionales, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Banco Mundial dijeron que el Gobierno debía apoyar a las empresas en cuestión de subvenciones fiscales o de pagos de cuotas de seguridad social. En México no ocurrió así, y yo creo que por la política gubernamental. Se apoyó más a las pequeñas y microempresas que al sector empresarial grande.

En México, 97% de las empresas que sostienen a la economía son Mipymes.

A las grandes empresas les dijeron “paguen sus impuestos”, los que debían, no era algo excesivo, es una obligación.

 

FRASE
“Tenemos un gran reto. México no estaba acostumbrado al teletrabajo a este nivel. Nos enfrentamos a esto de un día a otro, es una medida difícil, pero se está salvando bien la situación”
Susana Casado García
Abogada y maestra en Política Pública por el Tec de Monterrey

 

Regulación e informalidad; temas en común en la obra

La editorial Tirant lo Blanch publicó el libro electrónico “Guía de medidas laborales frente al Covid-19 en Iberoamérica”, coordinado por Juan Pablo López Moreno, académico en la Pontificia Universidad Javeriana y que actualmente se puede consultar de forma gratuita desde la biblioteca digital de la casa editorial. Para ello, desde las redes sociales del grupo se pueden solicitar las claves para acceder a la que llamaron “bibliocrisis”, y revisar la obra, detalló María Goerlich, editora en Tirant México, del grupo editorial Tirant lo Blanch.

“Fue una colaboración de más de 30 autores de 19 países de América y de España, y en cada capítulo se aborda la circunstancia de cada país”, detalló Goerlich.

“Se describen las medidas que tomó cada país”, agregó, “lo que hemos detectado en común es la regulación del teletrabajo, que es incipiente o hay que desarrollarla, así como la informalidad en la región”.
LEG