María Elena Morera, presidenta de Causa en Común, dijo que 88% de las prisiones federales tiene deficiencias en servicios de salud, y resaltó que los motines son un riesgo latente en estos momentos.
“Si consideramos que la emergencia sanitaria agrava las condiciones de las cárceles y persiste la falta de atención a las personas infectadas, pues los internos, con la angustia que deben estar pasando, iniciarán riñas por la falta de servicios médicos”, manifestó.
Destacó que hay 92 casos confirmados de Covid-19 en todo el sistema nacional, seis decesos y nueve casos recuperados.
En ese sentido, manifestó que la Ley de Amnistía no sirve en este momento para desahogar las cárceles y hacer frente a la emergencia sanitaria, ya que tardarían entre dos y seis meses en hacer los trámites.
Apolonio Armenta, titular de la Unidad Desconcentrada de Ejecución de Penas y Reinserción Social en Coahuila, comentó que llegan de China aviones llenos de insumos médicos para atender la pandemia, pero no se ha entregado ni un solo cubrebocas a los centros penitenciarios.
“¿Cómo le hemos hecho para enfrentar la crisis? Pues con los pocos recursos que tenemos y con ingenio hemos hecho algunas circunstancias de contención del problema”, expresó durante la videoconferencia de la Mesa de análisis Violencia y Derechos Humanos ante el Covid-19.
Calificó como desafortunado que son el último eslabón de la cadena de justicia y salvo excepciones, “porque presupuestalmente estamos olvidados y eso no tiene que ver más que con pesos y centavos, la infraestructura de la gran mayoría de los penales es de arriba de los 50 años”.
Abundó que, en el caso del personal, no hay un servicio profesional de carrera, los sueldos son mínimos, en varios estados los custodios reciben de salario seis mil pesos mensuales y ese es el grave problema.
También participaron la directora General de Reinserta, Saskia Niño de Rivera; el asesor en materia penitenciaria, Eduardo Guerrero Durán; y Ana Pecova, directora Ejecutiva de EQUIS Justicia para las Mujeres.
Frase
“En marzo Reinserta envió víveres básicos partiendo de que se iban a cerrar las puertas de las cárceles. Cuando (no ocurrió) hablamos con las autoridades de cómo los iban a proteger qué medidas se tomarían en caso de brote”
Saskia Niño de Rivera
Directora General de Reinserta
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