Ante la incertidumbre sobre la viabilidad del negocio que representa Petróleos Mexicanos para nuestro país luego de perder 560 mil millones de pesos en el primer trimestre de 2020, la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, pidió rencauzar la estrategia y plan de negocios de dicha empresa.
“Es necesario ajustar el Plan de Negocios de Pemex ante los efectos de la crisis petrolera, la baja en el grado de inversión y las pérdidas reportadas en 2019 y el primer trimestre de 2020.
Si bien Pemex es una empresa productiva del estado y puede contar con recursos económicos respaldados por el Gobierno Federal, esta es un arma de dos filos. Por la magnitud de Pemex, podría darse el caso extremo de que Pemex lleve al Gobierno Federal a la insolvencia de pagos”, alertó la bancada coordinada por René Juárez.
Ante ello, los priistas reiteraron su disposición para buscar alternativas que coadyuven al rescate de esta empresa productiva del Estado Mexicano.
“En función de ello, se considera conveniente evaluar la reducción de las metas de producción de petróleo y gas natural, cerrando pozos que no son rentables; así como, revisar las metas de refinación para determinar cuáles refinerías deben cerrar por el tipo de petróleo que consumen o por la falta de equipo coquizador que tengan”.
Refirieron que si bien, desde 2018, las tres calificadoras internacionales, Moody’s, Standard and Poors y Fitch, reconocían la existencia de problemas en Pemex, también consideraban que su nivel crediticio contaba con el grado de inversión. Sin embargo, ante los cambios de política energética, Moody ́s le ha bajado dos niveles a Pemex (de Baa3 a Ba2) y Fitch le ha bajado 5 niveles crediticios a la empresa (de BBB+ a BB-) en menos de dos años. Ambas calificadoras internacionales ubican ahora a Pemex como un “Ángel Caído” que ha perdido el grado de inversión.
En el caso de Standard and Poors, Pemex ha perdido un grado crediticio a lo largo de la actual administración y está en el límite dentro del grado de inversión.
Por lo tanto hicieron un llamado a las autoridades federales, para que se utilicen las herramientas que tiene la Constitución, a fin de promover un plan de inversión privada de largo plazo, en toda la cadena de valor, porque no hay recursos públicos suficientes para que Pemex lo haga todo, sin provocar desabastos.
Se necesitan hacer cambios para recuperar la confianza de los potenciales inversionistas nacionales e internacionales en el sector, señalaron.
fahl