La crisis por la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2 se desató en México en la parte final del primer trimestre del año.

 

Pero llegó a un país con las defensas económicas bajas que hacen que un Producto Interno Bruto (PIB) que ya estaba en el cero por ciento de crecimiento, emprenda un camino en picada hacia una profunda recesión.

 

Con la primera lectura del PIB del trimestre enero-marzo de este 2020 queda claro que hemos desperdiciado el tiempo para poder crecer.

 

El año pasado tenía todo en el plano mundial, estabilidad, capitales, crecimiento, para que la economía mexicana hubiera crecido al menos al 2%, como lo venía haciendo en años anteriores.

 

Pero no, la aplicación de políticas públicas fallidas, la destrucción de la confianza por parte de la 4T, las apuestas de proyectos absurdos, sobre todo en torno a la quebrada empresa Pemex, la impericia y hasta la necedad hicieron que la economía mexicana no tuviera crecimiento el año pasado, cuando el resto del mundo, de los países comparables a México, sí crecieron.

 

Y es en ese México estancado en el que las consecuencias económicas de la pandemia sientan sus reales.

 

No hay duda que la enfermedad Covid-19 habrá de dejar una factura económica para el planeta entero. Pero también, una gran mayoría de países decidieron adoptar medidas extraordinarias para asegurarse que una vez que se supere el confinamiento, se podrán levantar del pozo recesivo en el que hoy cayeron sus economías.

 

En México, la falta de un apoyo decidido del Gobierno a los sectores productivos, más el hecho de entrar en la crisis ya en el terreno negativo, harán que la baja en la actividad económica sea mucho mayor y se corre el riesgo de permanecer mucho más tiempo ahí estancados en el fondo.

 

El dato del PIB del primer trimestre, presentado esta mañana por el Inegi, no será ni la sombra del tamaño de la caída que tendrá la economía durante este segundo trimestre.

 

Porque la pandemia afectó 15 días de marzo, pero ya se cargó con toda la actividad económica de abril y mayo completos, a reserva de ver qué sucede con junio.

 

Y eso es lo que no acaba de entender la 4T, que mientras más bajo se caiga, más difícil es volver a recuperar lo perdido.

 

No sabemos mucho del comportamiento del Covid-19 como para poder garantizar que a partir del verano el mundo se recupera. No podemos anticipar un rebrote agudo o el control de la pandemia. Por lo tanto, poco podemos adelantar del futuro económico del mundo.

 

Lo que sí sabemos es que México, en esta parálisis en la que está el Gobierno federal, habrá de agravar su propia condición económica, con consecuencias que pueden ser difíciles de superar.

 

Con el dato de hoy del desempeño económico bajo el brazo. Urge que alguien que sepa, que sea cercano y que se atreva, le explique al presidente Andrés Manuel López Obrador las consecuencias de no tomar con seriedad la grave crisis económica en la que estamos.

 

                                                                                                                                          @campossuarez