Estados Unidos se convirtió en el país líder en cuanto al número de contagios y muertes por coronavirus, no así en el ejemplo a seguir para la contención de la pandemia, con múltiples enfrentamientos por parte del presidente Donald Trump con los propios gobernadores de los estados -con quienes se enfrascó en una polémica constitucional sobre responsabilidades y obligaciones-, pero también con la Organización Mundial de la Salud (OMS), organismo al que le retiró las aportaciones del país, e incluso con China, a la cual señala de haber propiciado la diseminación del virus SARS-CoV-2.

La semana pasada, en un último movimiento contra el virus, pero polémico, suspendió la emisión de residencias para los migrantes, con la finalidad, dijo, de proteger los empleos, primero para los estadounidenses.

Sobre ello comentó a 24 HORAS María Fernanda Vidal Correa, profesora investigadora de la Escuela de Comunicación de la Universidad Panamericana.

 

Sobre las medidas hacia los migrantes, los críticos de Trump ven un truco para “madrugar” con el cierre de la frontera con México y cumplir otra promesa de campaña hacia su reelección.

 

– Si se pretende entender esta medida como un mecanismo para contrarrestar el avance del virus será difícil encontrar razones que permitan argumentarlo. El virus ha avanzado, sin mucho control en todo Estado Unidos, alcanzando casi el millón de casos. La pérdida de empleos y las condiciones económicas que se observan poco tienen que ver con la situación migratoria que se presenta en este momento. Esta medida parece demostrar que su lucha contra el virus está supeditada a la campaña y a las posibilidades de propaganda que ello le representa. El control migratorio con una visión xenófoba fue una promesa de campaña en 2016, apelando a sus bases.

La medida en sí no representa en realidad un cambio sustancial a la política ya existente. Si bien el ejecutivo tiene la autoridad para promulgar este tipo de normas en un periodo de crisis sanitaria, se prevé que se presente algún tipo de batalla legal. Aún así, las ganancias electorales y las consecuencias en materia de derechos humanos ya se habrán dado.

¿Cómo ha sido el manejo de la crisis por la pandemia, siendo el país más afectado del mundo?

– El manejo por parte del Gobierno federal estadounidense, en el mejor de los casos, ha sido descontrolado. La autonomía que tienen los estados, en muchos casos, es lo que les ha permitido dar una respuesta a la pandemia. Específicamente el caso del estado de Nueva York, en donde por más llamados por parte del gobernador, Andrew Cuomo, el Gobierno federal ha hecho poco. El manejo de la crisis, por parte del Ejecutivo, responde a las cifras en las últimas encuestas. Una encuesta de Reuters/Ipsos del 10 de abril encontró que la aprobación del manejo de Covid-19 por parte de Trump se había reducido a 42%, frente a 48% de la semana anterior.

Biden por su parte supera a Trump en la encuesta entre los votantes registrados en todo el país, con 53% sobre 42% para el actual mandatario.

¿Qué pasa con China y la OMS?

– En el caso de otros países, se busca o intenta culpar a China por el manejo que le dio a la crisis en un inicio. Ello se hace más evidente con las supuestas demandas que han presentado, por ejemplo, el Gobierno Alemán o el estado de Nueva York. Sin embargo, en materia internacional, se espera más bien que China continúe siendo un aliado vital al ser el proveedor internacional de diversos insumos médicos.

En el caso de la OMS, se enfrenta a una crisis a nivel global. Es poca la confianza que inspira a los gobiernos, y ante la falta de mecanismos internacionales pactados por todos los estados, como generar estadísticas médicas homogéneas o contar con reservas internacionales de equipos médicos, su trabajo puede verse opacado. Por ahora, la OMS continúa luchando desesperadamente para que sus 194 estados miembros sigan sus recomendaciones. Esta falta de capacidades también es resultado de las decisiones de esos integrantes.

Manos atadas

A diferencia de otros organismos internacionales, detalla María Fernanda Vidal, como la Organización Mundial del Comercio, la OMS no tiene la capacidad de obligar o sancionar a sus miembros. Su presupuesto operativo anual, de alrededor de 2 mil millones de dólares en 2019, es más pequeño que el de muchos hospitales universitarios.

María Fernanda Vidal Correa
* Profesora investigadora de la Universidad Panamericana * * Maestra en Metodologías de Investigación Científica en Ciencia Política y Relaciones Internacionales
* Especialista en política latinoamericana

Frase

“El manejo del Gobierno federal, en el mejor de los casos, ha sido descontrolado. La autonomía que tienen los estados es lo que les ha permitido dar una respuesta a la pandemia”
María Fernanda Vidal Correa,
Doctora en Ciencia Política por la Universidad de Sheffield, en el Reino Unido

Propicia Donald Trump ingesta de químicos

El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró en conferencia de prensa la semana pasada que los científicos deberían considerar la luz ultravioleta, el calor y los desinfectantes como posibles tratamientos contra el Covid-19.

Aunque después intentó recular, al afirmar que estaba siendo sarcástico… el daño llegó.

A raíz de sus comentarios, los gobernadores de Michigan y Maryland pidieron que el Presidente y las autoridades sean cuidadosos con sus declaraciones, pues registran más llamadas de emergencias por envenenamiento con cloro.

LEG