El Gobierno federal realizó una colocación de tres bonos de deuda en los mercados internacionales por seis mil millones de dólares, en momentos en los que aprovechó su calidad creditica que aún no pierde atractivo para inversionistas, a pesar de los recortes de calificadoras y elevadas tasas de interés.

De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la colocación se trató de tres bonos: uno con vencimiento a cinco años (2025), por mil millones de dólares a una tasa cupón de 3.900% y rendimiento de 4.125%.

El segundo fue a un plazo de 12 años, con vigencia hasta 2032, por un monto de dos mil 500 millones de dólares a una tasa cupón de 4.750% y rendimiento de 5.000%. El último constó de un bono a 31 años, con caducidad al 2051, por recursos de dos mil 500 millones de dólares a una tasa cupón de 5.000% y rendimiento de 5.500%.

Según Hacienda, se tuvo una demanda de aproximadamente 28 mil 500 millones de dólares, equivalente a 4.75 veces el monto total de la transacción, y contó con la participación de más de 420 inversionistas institucionales de todo el mundo.

“La fuerte demanda observada durante la transacción el día de hoy muestra la enorme confianza de los inversionistas internacionales en el país y en el manejo de la política económica y las finanzas públicas”, indicó en un comunicado.

Posteriormente, Arturo Herrera Gutiérrez, titular de la SHCP, dijo que esta medida ayudará a consolidar el conjunto de fuentes de financiamiento del Gobierno, así como también “garantizar los recursos para enfrentar la crisis derivada del Covid-19, operar los programas y atender cualquier adversidad futura”.

Durante la primera colocación de deuda que realizó el Gobierno en enero de 2020, se tuvieron bonos a 10 años que arrojaron un 3.312% de rendimiento y pagaron un cupón de 3.25%. Para entonces, la tasa cupón alcanzada en dicho bono representó un mínimo histórico para cualquier emisión realizada por el Gobierno federal en el mercado en dólares.

Sin embargo, los rendimientos alcanzados actualmente son muestra de las complicaciones que enfrentó el país para financiarse, dada la pandemia del Covid-19 y las caídas en el precio del petróleo que han provocado volatilidad en los mercados.

A ello se suma la oleada de recortes a la calificación crediticia del país y de Petróleos Mexicanos (Pemex). Tan sólo el viernes pasado, la agencia Moody’s degradó la nota soberana a ‘Baa1’, desde ‘A3’, precedida por las bajas de Fitch Ratings y Standard & Poor’s, de ‘BBB-’ y ‘BBB’, respectivamente.

La dependencia precisó que la nueva operación de financiamiento no representa deuda adicional a la autorizada por el Congreso de la Unión en la Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2020.

Especialistas consultados por 24 HORAS, opinaron que la colocación de los bonos por parte del Gobierno federal fue una operación “muy importante” y se hizo de manera oportuna, pues la Secretaría de Hacienda supo aprovechar la oportunidad en la que el país aún mantiene la confianza de inversionistas extranjeros y deja una “ventana abierta” para que Mexico accese a los mercados internacionales, hecho que consideraron como valioso en tiempos del coronavirus.

 

LEG