Una pequeña congregación de fieles celebrará la misa de Viernes Santo en la Catedral de Notre–Dame en París, un año después de ser devastada por un incendio, pero la asistencia será limitada debido a la cuarentena dispuesta por la epidemia de coronavirus.
Siete personas asistirán el viernes a la misa televisada, cuando los cristianos conmemoran la muerte de Jesucristo.
“Sólo unos pocos sacerdotes asistirán a las misas que celebraremos durante la Semana Santa y la gente podrá seguir los servicios en la radio o en la televisión“, dijo el arzobispo de París, Michel Aupetit, en una videoconferencia.
El servicio incluirá una corona rescatada tras el incencio en Notre–Dame.
Este año no habrá procesiones del Sábado de Pascua debido al aislamiento, que limita el tamaño de las reuniones públicas.
El Domingo de Pascua, cuando los cristianos celebran la resurrección de Cristo, Aupetit dará misa en la iglesia Saint-Germain l’Auxerrois, cerca del museo del Louvre, en el corazón de París, con la asistencia de unas 20 personas.
El año pasado, cientos de parisinos se reunieron para la misa del Domingo de Pascua en la iglesia Saint-Eustache, en el centro de París, y rezaron por la pronta restauración de Notre–Dame tras el incendio que la había arrasado días antes, el 15 de abril.
El incendio destruyó el techo de la catedral medieval, derribó la aguja y casi derrumba los campanarios principales y las paredes principales, pero los bomberos lograron controlar el fuego antes de que eso sucediera.
El presidente Emmanuel Macron estableció un objetivo de cinco años para restaurar Notre–Dame, uno de los sitios más destacados de Europa.
MFBG