Foto: Especial El conductor estaba obligado a aplicar el frenado del convoy, mediante la maniobra de estacionamiento de emergencia en rampa, lo cual no realizó y tampoco le fue ordenado por la reguladora de la línea desde el Puesto Central de Control  

La Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México informó que investiga como homicidio culposo y lesiones el choque de dos trenes del Metro en la estación Tacubaya del Sistema de Transporte Colectivo (STC), el cual habría sido resultado de omisiones de operación incurridas por un conductor y una reguladora del Puesto Central de Control.

La Fiscalía concluyó que el hecho, en el que falleció una persona y otras decenas resultaron heridas, pudo evitarse si el conductor del tren 33 y la reguladora hubieran actuado conforme a los manuales técnicos operativos del STC, mismos que conocían y para los cuales fueron capacitados.

De acuerdo al peritaje de la FGJ, al salir de la estación Tacubaya con rumbo a la estación terminal de Observatorio, el conductor del convoy 33 recibió alertas en su tablero de control que derivaron en que se activara el sistema de seguridad del tren, bloqueándose en automático.

El conductor estaba obligado a aplicar el frenado del convoy, mediante la maniobra de estacionamiento de emergencia en rampa, lo cual no realizó y tampoco le fue ordenado por la reguladora de la línea desde el Puesto Central de Control.

En su lugar, la reguladora le instruyó a que avanzara, por lo que el conductor cambió el modo de pilotaje automático a manual limitado, desactivando los dispositivos de seguridad del tren.

Por más de ocho minutos, diferentes personas entraron y salieron de la cabina del conductor, tiempo suficiente para que se perdiera la presión del aire del sistema de frenado.

En todo ese tiempo, no se aplicó el freno de estacionamiento de cada vagón ni se desalojó el tren, lo que habría evitado víctimas en el incidente.

Cabe destacar que el tren 33, que fue el que se deslizó hacia atrás por la pendiente entre las estaciones Tacubaya y Observatorio recibió su último mantenimiento el 9 de marzo de este año y funcionaba correctamente, incluyendo el sistema intrínseco y redundante de seguridad operativa.

Por este incidente, la Línea 1 operó parcialmente durante siete días (mientras se retiraban los trenes involucrados y se reparaban las vías), afectando a más de 70 mil personas diariamente en el tramo Chapultepec-Observatorio.

En el peritaje de la FGJ participaron 12 especialistas y es coincidente con el de la empresa alemana TÜVRheinland, que fue contratada por el Gobierno capitalino para elaborar un dictamen independiente a partir de los análisis de caja negra, radio Tetra, telefonía fija, videos y documentos técnicos.

De los tres incidentes de este tipo ocurridos en el Metro, el del 10 de marzo pasado se asemeja al del 20 de octubre de 1975, cuando un conductor no obedeció la indicación de bajar la velocidad y detener el tren, lo que provocó la muerte de 31 personas; por su negligencia, el operador pasó 12 años en prisión.

El otro incidente ocurrió el 4 de mayo de 2015, también por un error humano, en la estación Oceanía, cuando el conductor no obedeció la indicación de pasar de pilotaje automático a manual en una pendiente, en condiciones de lluvia.

Infografía: Xavier Rodríguez

LEG