El dramaturgo, director de teatro y galardonado con el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2006, Luis de Tavira, vislumbra a  una sociedad que se encamina hacia una “barbarie”. En su opinión, el teatro puede ser la herramienta que dé esperanza y transformación a los mexicanos, pero se enfrenta a obstáculos como recursos mal distribuidos, falta de políticas que den prioridad al espectador y escasas oportunidades laborales para los actores.

Tras su clase magistral La pregunta de Stanislavski, el hacer del actor como arte, que organizó Fundación BBVA, De Tavira platicó  a 24 HORAS, sobre su preocupación ante un mundo que muere lentamente sin valorar el arte, la cultura y el teatro.

¿Cuál es la importancia del teatro en una sociedad?
-Vivimos tiempos muy difíciles. El teatro es el arte del cambio y, paradójicamente, lo que está cambiando es la sociedad. Cuando llegué al teatro, hace más de 50 años, se decía que el teatro iba a desaparecer, que era un arte en extinción, pero creo que sigue más vivo que nunca, y lo que se está muriendo es el mundo. Estamos viviendo una época de deshumanización brutal, en una sociedad que camina aceleradamente hacia la barbarie; entonces nuestra generación tiene una responsabilidad frente a eso y una de ellas es que haya teatro.

¿Actualmente el teatro es accesible para la gente?
-Claro que no. Es un país donde 90% de los mexicanos nunca ha ido al teatro.

¿Esto se debe a cuestiones económicas o culturales?
-A muchas cuestiones. Es una situación compleja, un problema de Estado, de políticas públicas y también privadas y civiles. Es un asunto de todos. No hemos acabado de entender lo que está en juego. La cultura no es un lujo burgués, prescindible en tiempos de crisis, la cultura no es una manifestación folklórica que es fácilmente convertible en mercancía del turismo, es la incidencia del estado espiritual de los sujetos y comunidades, eso es lo que se está jugando en la cultura. La política no cambia a la sociedad, la cultura es la que cambia a la sociedad.

… ¿Y la política cambia a la cultura?

-La política puede hostigar o propiciar la cultura.

¿Qué ha aportado en estos tiempos la política a la cultura?

-No ha habido una política de Estado que asuma la responsabilidad pública en este país en muchísimos años. No es reciente, tampoco ahora, lo que hay es mucha improvisación y mucha demagogia.

¿Faltan recursos económicos que apoyen a la cultura, al teatro, al arte?

-Se necesitan de muchos recursos públicos y privados, por supuesto, pero los que hay no son pocos. Lo que sucede es que están invertidos en lo peor: en burocracia estéril y en sindicatos corruptos. El INBA tiene un presupuesto que es insuficiente, pero si 90% de ese presupuesto se va en sindicatos y burocracia, ¿qué queda para el accionar cultural o artística?

¿Cómo se ubica el ámbito laboral para los actores actualmente, respecto a hace unas décadas?

-Es una paradoja muy grande. Nunca había habido tantos aspirantes a la profesión actoral como ahora, y nunca había habido más rudas condiciones para hacerlo. En mis tiempos cuando era estudiante, éramos muy pocos, y había muchísimo trabajo, ahora son un montón y las condiciones cada vez son más hostiles. El mercado laboral de los actores hoy no está en el teatro, está fundamentalmente en los procesos industriales que es la televisión y el cine o las series, ahí es donde están encontrando trabajo para sobrevivir.

¿Cuál sería la recomendación para los actores que se topan con este límite de oportunidades, y para emprender políticas públicas que fomenten la cultura?
-Que no hay propósito más urgente que formar al espectador nacional. El espectador no es el consumidor de eventos, por lo tanto la política cultural no debería ser la producción de eventos, que es la actual lógica del mercado, las políticas privadas y públicas tendrían que incidir en la estabilidad y no en la eventualidad. Es en la estabilidad donde hay desarrollo y una sociedad de espectadores del teatro, sería una sociedad civilizada y esperanzada, porque también creo que la misión del teatro es dar esperanza, es el arte del cambio; cuando el teatro muestra que las cosas pueden ser terribles pero cambian, nos recupera la esperanza, tenemos el poder del cambio, está en nuestras manos. Ése es el testimonio del teatro.

Frase:

“El teatro ha tenido que encontrar su lugar en la sociedad como el arte que nos propone el privilegio de estar en el aquí y el ahora”

La anécdota

Una mujer mayor, “vestida como una reina”, caminó cuatro horas para llegar a un remoto pueblo de la costa Michoacana para ver por primera vez una obra de teatro. -¿Valió la pena?, preguntó De Tavira a aquella mujer, y ella respondió: -No hubiera sido posible que yo muriera sin haber visto esto, ahora ya sé lo que es el teatro.
Resultó ser el espectador más importante que el dramaturgo encontró y que le reveló el significado del teatro.

¿Quién es?
Luis de Tavira es cofundador del Centro Universitario de Teatro de la UNAM y del Centro de Experimental Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). De 2008 a 2016 estuvo al frente de la Compañía Nacional de Teatro (CNT) como director artístico.

LEG