Foto: Reuters La salida de Kramp-Karrenbauer, protegida de Angela Merkel y líder de su conservador Partido Democristiano, se lee como una derrota política  

Annegret Kramp-Karrenbauer abandonó la presidencia de la Unión Cristianodemócrata (CDU) en Alemania, tras la crisis por el polémico pacto alcanzado con los liberales y la ultraderecha para gobernar en el Estado Federado de Turingia. Con ello, la canciller federal de Alemania, Angela Merkel, perdió a su delfín y sucesora.

Kramp-Karrenbauer comunicó a la dirección del partido este lunes que “no tiene el objetivo de ser candidata a la cancillería alemana”, en momentos en que el país vive una grave crisis política tras la efímera elección de un gobernador regional con el apoyo de los votos conservadores y de extrema derecha. La maniobra rompió un tabú de la política germana sobre cooperar con extremistas.

La renuncia es intrepretada como consecuencia política de la crisis por la debacle electoral en el estado federado de Turingia.
Kramp-Karrenbauer permanecerá como ministra de Defensa, cargo que actualmente ostenta en el Gobierno de coalición, “siempre y cuando cuente con el apoyo de su formación y del grupo parlamentario”.

Asumió el mando del partido en diciembre de 2018, tras derrotar al ministro de Sanidad, Jens Spahn, y a Friedrich Merz, un antiguo veterano del partido apartado por Merkel antes de convertirse en canciller, en 2005.

Kramp-Karrenbauer, de 57 años, ha tenido dificultades para hacer valer su autoridad en el partido.

LEG